martes, 16 de febrero de 2016

Y vencerás

Nos separan en altos y bajos,
gordos y flacos,
rubios y morenos,
negros y blancos,
hombres y mujeres,
humanos e inhumanos.
Nos cuentan y numeran,
clasifican,
miden y pesan,
nos separan en campos
y ciudades,
por países
con cientos de fronteras,
aterrados
de que un día unamos
nuestras manos
y
ese día,
les echemos a patadas

de los palcos.

lunes, 15 de febrero de 2016

Roger Ebert y la crítica cinematográfica

“Life itself” (2014), incluido en la sección oficial del Festival de Sundance, que se podría traducir por “La vida misma” o “La vida, ella misma” es un estupendo documental de Steve James sobre la vida de, quizá, el crítico de cine más famoso de la la historia: Roger Ebert. Se va narrando de forma casi lineal (saltando de un capitulo a otro, sin respetar el orden de estos, del libro autobiográfico del mismo título) la vida de este crítico, valoradísimo en U.S.A., cuyas apreciaciones y textos influyeron en cineastas y cinéfilos de todo el mundo.
Con un punto de vista bastante objetivo (por encima de la amistad del director y el protagonista), vamos viendo como el amor por el cine llevo a Ebert desde el periodismo juvenil hasta la crítica cinematográfica y como su nueva forma de hacer consiguió interesar tanto a aficionados como entendidos en el Séptimo Arte.
Emociona ver como le apreciaban grandes directores, entre los que se destacan en la cinta, por ejemplo, Martin Scorsese o Werner Herzog y su trayectoria vital hasta que murió de cáncer en 2012. 
Es subrayable que en el documental, por deseo expreso de Ebert, no se esconde en absoluto toda la crudeza de sus últimos meses y la devastación que la enfermedad provocaba en él. Se busca una sinceridad que va más allá del morbo fácil de muchos programas televisivos al uso. Roger Ebert se destacó siempre, según cuentan en la cinta amigos y no tan amigos, por su sinceridad en las opiniones y claridad en su propia persona física y mental (en su momento declaró públicamente ser un alcohólico). En fin, un documento imprescindible para todos los cinéfilos e interesante para el publico en general.

Me parece importante esta sinceridad en la crítica cinematografica, sobre todo en nuestros tiempos en los que muchas opiniones están, claramente, vendidas a los intereses de la industria. Me parece un engaño decirle a los espectadores que todas las películas son buenas porque es algo totalmente imposible. Hoy en día, cuando la crítica más seria no es favorable, vemos en las portadas de los DVDs y Blu-Rays, en la reseñas rápidas y carteleras, opiniones favorables en forma de frases (“maravillosa, inolvidable, del director de…”) de críticos que parecen nacidos para valorar justo esa película y de los que nadie ha oído nunca hablar. Y no, no todo es bueno por mucho que le pese a las grandes corporaciones y no es justo que se mienta al público de esa manera, sobre todo, además, porque hace que se desconfíe y se meta en el mismo saco a toda la crítica cinematográfica en la que hay grandes firmas que tienen profundos conocimientos sobre el cine. He oído más de una vez: “bueno los críticos dicen según quien les paguen, no me fío de las críticas, las criticas siempre mienten”, etc. Las agencias de publicidad de la industria, muchas veces, están tirándose piedras sobre sus propios tejados al utilizar estas tácticas embusteras y manipuladoras.
Recuerdo que mi afición por la crítica cinematográfica empezó, hace muchos años, gracias a Alfonso Sánchez Martínez, que es admirado aún por los profesionales del periodismo especializado y por las gentes del cine español y sobre el cual Garci hizo un documental en 1980.
Los que tenemos la fortuna de conocer un poco este mundo del cine ya distinguimos perfectamente una “crítica comprada-preparada” de una personal y - casi siempre - sincera y justa y, hoy en día, hay críticos como Carlos Boyero, Carlos Pumares o Antonio Gasset que se han convertido en auténticas estrellas mediáticas y que tienen miles de seguidores y, por tanto, son temidos -respetados- , por productores, directores, etc.
Esperemos, todos. que el público siga oyendo, leyendo criticas lo más limpias e inteligentes que sea posible, siendo como somos humanos y teniendo cada uno, como se dice, su opinión. Que es, según el dicho, “como el culo: cada uno tenemos el nuestro”.

P.D.: Muy interesantes las criticas de las películas “favoritas” de la página web de Roger Ebert: http://www.rogerebert.com/great-movies


jueves, 11 de febrero de 2016

Triste

Me parece muy triste la situación del cine español. Con algunas pocas excepciones, nos estamos limitando a seguir los ecos, ya polvorientos, del cine de Hollywood que ni hablan de nosotros ni aportan nada nuevo. Nos perdemos en una maquinaria obsoleta de productores anquilosados, corporaciones norteamericanas enfocadas únicamente al dinero y cineastas que no se atreven o no quieren usar los nuevos medios. Lamentablemente, nos estamos limitando a hacer cine comercial y parece que nos aterra la idea de innovar, de buscar nuevos caminos, pensando, erróneamente, que algún día podremos competir con las grandes corporaciones cinematográficas del entretenimiento de tú a tú y olvidando toda nuestra herencia cultural. Muchos creadores de nuestro país tienen en mente que con el dinero disponible en España, para el cine, no se pueden rodar los grandes éxitos que arrasan en taquilla, pero olvidan que muchos grandes cineastas, de esos que llenan salas, empezaron con una cámara de super 8. Es querer pintar la Capilla Sixtina sin haber empezado a dibujar.

Ya en el 2013 El País advertía terroríficamente  La industria del cine español, en coma” ( http://cultura.elpais.com/cultura/2013/09/26/actualidad/1380198081_379014.html ) y, por lo que voy viendo, la situación no mejora. 

La falta de nuevas ideas, de realizadores valientes es para mi el principal motivo. Insisto en que nos hemos tragado la falsa creencia, que proviene precisamente del cine comercial de U.S.A., de que para hacer cine hace falta mucho dinero y amigos en los sitios adecuados. Pero hoy en día, después de todo un siglo de celuloides, innovaciones estilísticas, ideas, nuevos cines emergentes en todos los continentes y el avance de la técnica, eso no es cierto. Hoy se puede grabar una película con un teléfono móvil y editarla en sencillos programas informáticos, casi al alcance de cualquiera. Y haremos cine. No para que gane directamente la Palma de Oro en Cannes, pero sí para que demostremos que tenemos una visión nueva, una forma de hacer diferente… que poseemos ideas distintas y dignas de ser vistas. Y así se puede empezar. Esta claro que tener esto en cuenta puede convertir a cualquiera en director de cine malo o bueno, pero el tiempo separará el grano de la paja como siempre ha ocurrido. Pero hay que tener ganas de contar algo y valentía para defenderlo. El Festival de Sundance, por ejemplo, se llena con propuestas de jóvenes directores de todo el mundo, que están empezando, que tienen algo que decir. Hoy en día casi todos podemos subir videos a internet, hacer que nuestro trabajo sea conocido, demostrar que sabemos narrar con una estética nueva. Esto es toda una revolución. Ahora, algo que filmamos puede ser visto inmediatamente en Australia o Japón. Después de las últimas corrientes del cine mundial independiente (por ejemplo las propuestas de Dogma), se sabe que no es necesario más que una cámara que pueda grabar (con las nuevas máquinas fotográficas y sus posibilidades), lo cual es accesible a muchos que lloran en este país porque tienen ideas y no les financian para rodarlas. Eso sí, hay que tener la valentía de Lars von Trier.

Mientras que los directores españoles no tengan en cuenta todo esto, efectivamente, seguiremos en coma.