viernes, 1 de marzo de 2013

A kilómetros de cualquier sitio...

Hay momentos, como este, en el que todo queda demasiado lejos y te sientes flotando en un vacío. Te separa una enorme distancia del dedo de Dios y no hay nadie cerca. Lo sientes, como un mal presagio, en la boca del estómago. Ya no llegan las palabras y parece que todo sucedió hace mucho tiempo.
Y levanto mi mirada buscando algo sincero, pero solo estoy yo. Como siempre. Con lo cerca que estamos y lo lejos que te siento.
Es ese desierto al que volvemos de vez en cuando y que, lo sabemos, es lo único real y lo que siempre permanece fiel a si mismo. A kilómetros de cualquier sitio..
No sabes lo que necesito una sonrisa, tu mano sobre la mía, una mirada de comprensión...
Quizá, y es triste pensarlo, tu también te sientes así.
¡Que forma tan lamentable de perder el tiempo precioso!.
Y estás allí, en la silla, ajena a todo lo que te rodea, ocupada en mirar para otro lado para no ver... Y ríes y hablas de cosas banales, para disimular que tienes tanto miedo como cualquiera, porque no quieres que los demás lo sepan...
Y vuelves a casa agarrándote a las anécdotas del trabajo, para que el otro sentimiento, la otra sensación no vuelva. Porque hace daño y no sabes si hoy podrías resistirlo.
Pero es tan fácil. Solo tienes que intentarlo.

No tengas miedo.

(Publicado el 10/11/2005).

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