viernes, 1 de marzo de 2013

13

Hoy es 13 de noviembre y según algunos, mal día. Porque es 13. Es curioso lo de nuestras supersticiones. Supongo que todas tienen un origen y una explicación, ya que no es lo mismo el 13 que el 2.749, ni es lo mismo romper un espejo que una bañera, ni tirar sal es lo mismo que verter cacao. Algunas tienen una explicación casi de sentido común: pasar por debajo de una escalera, además de traer mala suerte, en ocasiones puede ser peligroso. Cruzarse con un gato negro puede estar relacionado con las brujas, de las que se suponían mascotas. Otras están ocultas en algún hecho remoto o desgracia olvidada. ¿Por qué trae mala suerte abrir un paraguas en una casa?. Unas supersticiones las creamos a medida de nuestras necesidades: "si encesto el papel en la papelera, apruebo el exámen"...
Además del entretenimiento que proporcionan, las supersticiones nos ayudan a enfrentarnos con ese lado desconocido que llaman destino o suerte. Intentamos forzar los acontecimientos para que nos sean propicios, de la misma manera que nuestros antepasados sacrificaban animales para obtener el favor de los dioses.
Según creo, el poner de nuestra parte, ayuda bastante a que consigamos nuestras metas.
Recuerdo haber leído una anécdota sobre un sacerdote que en plena batalla no se refugiaba ante los disparos del enemigo. Ante los ruegos de un soldado, él respondía: "Dios me protege" y el otro replicó: "bien, pero hagáselo más fácil".
Estoy totalmente de acuerdo, la suerte puede estar de nuestro lado, pero nuestra propia labor, nuestra intención tienen que existir. La fortuna nos puede ser adversa, pero un buen estado de ánimo ayuda a superar los contratiempos.

Alea jacta est.

(Publicado el 13/11/2005).

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