sábado, 23 de mayo de 2015

Cielo Negro

Hay en ti un sueño de gitana,
de marea de cabellos negros
y una mirada,
que traspasa.

Un rumor de risa que no acaba,
un deseo de juego de provocación,
un reto.

Pero por encima o por detrás,
creo,
o imagino,
una sonrisa triste,
un cristal que se rompió aquella vez,
que estuviste enamorada.

Y así vas,
justo en el filo de la navaja,
brevemente sutil y seductora,
pero con el deje la niña tímida
que una vez fuiste.

Y para negarlo todo,
para remontarte a tu propia desesperanza,
te hiciste la reina del baile,
la dueña
indiscutible,
de uñas afiladas.

Con todo,
acepto tus envites,
para que en los lances y las trampas,
victoriosa,
seas,
ganando,
la diosa que deseas,
y tu risa,
de cascabeles,
te de el aliento
que te falta.