sábado, 6 de abril de 2013

Al pelo...



Chiste gráfico de El Roto en El País de hoy.

(02/04/2008).

¿Son qué?



Como escarpias se me han quedado los pelos tras ver un reportaje televisivo sobre las armas en Estados Unidos. Con frases como "Deshazte de tu ex, un tiro basta" (en una pegatina) o "Si puedes contar cuantas armas tienes, es que no tienes bastantes" (en una camiseta), se reunen todo tipo de racistas, violentos y descerebrados para pasarse unos días pegando tiros con diversas armas y rociando autos viejos con napalm. Niños de unos diez años aprenden a disparar con armamento automático que no pueden apenas sostener. ¡¡En el siglo XXI y en el occidente civilizado... !!.
Lo más alarmante, desde un punto de vista religioso, es que la mayoría decían ser cristianos y rezaban antes de pegar unos "tiritos" (¿son qué?). Miembros de milicias supuestamente cristianas que dicen guardar la supremacía blanca. Vamos, la versión occidental del fundamentalismo islámico.
Sé que esta forma de pensar se basa en una visión interesada de la Biblia y en centrarse en el Antiguo Testamento, pero no me parece justo que se califiquen de "cristianos" habiendo Jesús insistido en una superación de las viejas leyes y en un mensaje de amor y respeto por todo y todos, sin tener en cuenta el sexo o la raza. En todo caso, serían "pre-cristianos". Por lo visto, estás ideas de Cristo, que tienen unos 2008 años, aproximadamente, a algunos todavía no les han llegado y en nombre del odio y los intereses económicos se autodenominan "cristianos". (Según el reportaje, en unos tres días se obtienen unos 80.000 euros de beneficios entre ventas y alquileres. En esta "Feria de la Muerte", además de los vendedores de armamento y objetos afines - recuerdos neonazis y mercancía racista, machista y violenta -, hay también empresas de mercenarios que reclutan asesinos para sus objetivos).
Estos individuos (mayormente cristianos protestantes) y las posturas rancias de la Iglesia Católica son la peor imagen de unas creencias que deforman un mensaje que dice justo lo contrario de lo que ellos y ella abanderan.

Lógico que Ghandi dijese que se hubiese hecho cristiano de encontrar a uno que realmente siguiese las palabras de Cristo.

(2/04/2008).

La joven del agua.



He tenido la impresión de que se le ha ido un poco la cabeza al Sr. M. Night Shyamalan con está película. Después de un bombazo mundial con El Sexto Sentido y el niño que en ocasiones veía muertos, una historía curiosa en El Protegido (con Bruce Willis de nuevo, ahora en plan irrompible), unos extraterrestres más siniestros que E.T. en Señales, una buena historia de misterio en El Bosque (y su sabor a cuento nórdico)... con La joven del agua el director de nacimiento indio ha naufragado (perdón por el chiste fácil).
Es cierto que no siempre se puede acertar y que innovar continuamente en el misterio y la ciencia-ficción es imposible, pero estabamos tan acostumbrados a argumentos sorprendentes (o al menos de giros inesperados) que esta cinta decepciona y mucho.
Con un arranque prometededor y un planteamiento original (una ninfa del agua, según una tradición oral japonesa - o cuento, según prefieran - contacta con los humanos), la historia se pierde en un confuso juego de personajes y en un final anunciado casi desde el comienzo. No se desarrolla correctamente el argumento y el buen tirón de la leyenda que puede ser real, muere en una montaña de pequeños y accesorios detalles casi imposibles de seguir y que no llevan a ningún sitio (termina la cinta sin que se aclaré nada: ni porque contacta la ninfa, ni de donde viene, ni a donde se va, ni cual es el mensaje supuesto, ni cual es la moraleja o mensaje del propio cuento-película).
La pareja protagonista, atractiva por contraste, (destacando el actor Paul Giamatti - genial en Entre copas -), pierde fuerza por un reparto desconocido (salvo por el propio director), el monstruo malvado se queda en un lobo amenazante (que recuerda demasiado a la amenaza natural de El Bosque), etc...

Es decir, al menos para mi, un film fallido de un director de, hasta ahora, historias sorprendentes con ecos de la tradición de los cuentos indios, repletos de seres maravillosos o habilidades mágicas. Las imagenes aún son atractivas, la fotografía sigue llena de misterio, pero falta definición en los personajes y en el guión.

Esperemos a la próxima película... a ver qué tal.

(1/04/2008).

Blue: Portrait of a Serial Killer



(El título: "Blue: retrato de un asesino").

Como llevo casi un mes sin fumar, ando como gato panza arriba y con los nervios de punta. De ahí la parodia del título con la película que en España se llamó Henry, retrato de un asesino (literalmente: Henry, retrato de un asesino en serie) de John McNaughton.

Es lo que tiene. Acostumbrado desde hace décadas al vicio americano, sin él voy con las ansias disparadas y no me aguanto ni yo. Facilmente podría morder en la yugular a quien me mire mal y rugir como un león herido a la menor contrariedad. Así, sale el Lobo Estepario que llevo dentro o la falta de la droga me convierte en el Hyde del Dr. Jekyll. Curioso el efecto de las drogas o de la falta de ellas. Yo, pacífico por naturaleza, manso como un corderito, me descubro como una bestia implacable dispuesto a saltar como un resorte y me sorprendo a mi mismo con la cara oculta de mi propia luna.

Con suerte será un efecto pasajero y si no vuelvo a la calma total, al menos no estaré, continuamente, en mitad de la tempestad... o quizá no y termine perseguido por la policía a lo Bonnie and Clyde. Al menos será un cambio... que nunca viene mal y que siempre enseña algo. Y respiraré mejor.
Aunque sea en la cárcel.
(Intentaré escribir desde alli...)

(31/03/2008).

De faunos y otras maravillas.

 
Sabiendo que me gano plaza en la hoguera de los herejes del cine actual, he de decir que El laberinto del fauno no me acaba de convencer.
Si bien es verdad que sus efectos especiales alcanzan cimas nunca vistas por aquí, su guión me plantea una duda: ¿Es una película para niños donde al director - Guillermo del Toro - se le fue la mano en la violencia o es una cinta para adultos donde se intenta complacer a nuestra parte infantil?. Sus golpes con botella en pleno rostro y sus cortes en la boca con cuchillo cocinero la alejan de ser una pseudo-secuela de Harry Potter (al estilo de - algunas - películas de Terry Gilliam o todas las de Tim Burton) y sus hadas, faunos y otras maravillas - léase humanoide con ojos en las manos - y guión al estilo de Peter Pan la separan de Soldados de Salamina o La vaquilla. Así, por ese afán que algunos productores tienen de enganchar a varias generaciones en un mismo film o por una dirección que no llega a decidirse por la dirección a tomar, El laberinto se queda en un quiero pero no puedo - o no sé como, o no me da la gana - bastante raro y que me cuesta digerir con placer. Tampoco me convencen la escenografía - hay una impostura que no llego a definir en el vestuario, los coches, etc- o la posición política excesivamente maniquea y simplona - es decir, todos los fascistas muy malos y todos los rebeldes muy buenos -. Por otra parte hay que señalar que no están nada mal ni la fotografía ni la interpretación de los actores ni los decorados. Aún así, para mi no acaba de cuajar y me quedo con la sensación del niño grande que juega con un estupendo juguete, aunque sin saber muy bien que hacer con el. Eso sí, las películas de Guillermo siguen teniendo esa riqueza visual que ya demostró en Hellboy y Blade II.
 
(22/03/2008).
 

Warm Springs



Acabo de ver la película para televisión (o telefilm) de la HBO sobre la superación de la polio (psicológica, que no física) de Franklin Delano Roosevelt. Bastante reacio a las producciones de este tipo (que suelen ser películas baratas que no pueden llegar a ser largometrajes, con escasos medios y un reparto de segunda fila encabezado por alguna vieja estrella en decadencia, dirigidas a amas de casa sensibles y aburridas) comencé a verla porque siendo minusválido físico afectado por esta enfermedad me intrigaba como habrían tratado el tema (en la actualidad, hay otras películas más antiguas sobre el personaje). Para mi sorpresa, se ciñen bastante a la posible realidad, aunque no puedan evitar los momentos de sensiblería, por otra parte muy comerciales en todas las producciones de este tipo. Por encima de ello, nos llega la figura de este hombre y su lucha contra si mismo (el principal enemigo de toda persona con algún tipo de discapacidad). Evidentemente los norteamericanos, muy amantes del mensaje "aquí cualquiera puede llegar a presidente", terminan remarcando como fue elegido para el cargo en tres ocasiones. Apartan a un lado su posición política y fortuna previas a la enfermedad, que se mencionan como de pasada, apuntando así a la grandeza del país y a la fuerza de los hombres norteamericanos (toma propaganda de la buena).
Lo que nadie puede evitar que trascienda es ese deseo de superación de cualquier ser humano, que Roosevelt tuvo por fuerza que conseguir y utilizar para sobreponerse a la tortura psicológica que produce una limitación física importante. Solo alguien que la padece entiende que es vivir entre "normales" en una sociedad pensada y construida para ellos. Incluso los familiares más cercanos no pueden sentir como se vive y se lucha contra la discapacidad, por mucha empatía y amor que por ellos sientan. Así, este señor consiguió vencerse así mismo de las secuelas de una enfermedad que aún tiene víctimas en occidente. En el resto del mundo -en África, sobre todo-, dada nuestra avaricia, la polio o Poliomielitis sigue causando estragos y rompiendo vidas para siempre.
Llevo 46 años luchando contra ella y reconozco que la guerra no terminará nunca, que el enemigo siempre estará ahí, al acecho para aprovecharse de los momentos de debilidad. Sabemos, los que padecemos minusvalías, como la la indiferencia y el desprecio de muchos -no todos, afortunadamente- nos hacen la vida mucho más difícil de lo que nos debería ser. El auto-castigo que nos imponemos unido a las barreras que la sociedad nos pone en el día a día suponen un desafío más grande que cualquier Everest que se ponga por delante. Aún así hay personas, como Roosevelt, más allá de las triquiñuelas cinematográficas, que consiguió superar las limitaciones internas y externas, mucho peores de las que una película pueda mostrar nunca, y que conocemos los que las sufrimos.
El mensaje de fondo, que no me parece mal, es que la disposición psicológica adecuada puede ayudar a que estas limitaciones no nos destruyan por completo. Se salga triunfante o no, la posibilidad existe y somos muy libres de cogerla o no (me parece muy respetable la posición de personas como Ramón Sampedro). Pero es muy importante recordar que está ahi.
No hace falta llegar a presidente de Estados Unidos. Solo basta levantarse y ser feliz en ese día.

(26/02/2008).

Sabor a mí.



Tanto tiempo disfrutamos de este amor
nuestras almas se acercaron tanto así
que yo guardo tu sabor
pero tu llevas, también,
sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir
bastaría con abrazarte y conversar,
tanta vida yo te di
que por fuerza tienes ya
sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño
no soy nada, yo no tengo vanidad
de mi vida doy lo bueno
soy tan pobre, que otra cosa puedo dar.
Pasaran más de mil años, muchos más
yo no sé si tenga amor la eternidad,
pero allá, tal como aquí
el la boca llevarás
sabor a mí.

«Sabor a mí» es un bolero de 1959 del compositor y cantante mexicano Álvaro Carrillo (1921 - 1969). Fue popularizado internacionalmente por Los Panchos. Wikipedia.

(25/02/2008)

El Carnaval de los Animales.


Pronto terminará el carnaval y tendremos que quitarnos las caretas.

Así el dirigente del Partido Popular que decía lo de la maravilla del camarero inmigrante que le traía correctamente el complicado pedido en el bar, podrá decir: "¡Que estupendo era cuando nuestro esclavo Tom recogía el algodón en Alabama!".
También explicarán a que se refieren cuando piden un contrato para que los que vengan a nuestro país sigan nuestras costumbres: seguramente se refieren a nuestras partidas de mús, las siestas después de comer y la tortilla de patatas para ir al campo. Supongo que es esto lo que hay bajo la máscara, porque lo que ahora dicen de respetar los derechos de las mujeres YA ESTÁ EN NUESTRA LEGISLACIÓN. ¿O van a hacer un triple salto mortal y ampliar y porfundizar por contrato en lo que ya figura en nuestras leyes?. ¿Lo siguiente será un contrato con los conductores en el que se comprometan a no beber si conducen y a ponerse el cinturón de seguridad, o uno general en el que acordemos no matar al prójimo y portarnos bien?.
Quizá sea por crear más burocracia y papeleo... En realidad, para pillar los votos de los que no reflexionan demasiado.
Si no me riera, sería para llorar.

(8/02/2008).

American Beauty (la película)



Ayer volví a ver la mejor cinta de Sam Mendes, autor también de la estimable Camino a Perdición. Volví así a disfrutar de esta magnífica película en la que se incluye uno de los iconos de nuestra época, repetido y parodiado innumerables veces: la joven rubia desnuda, cubierta y rodeada de pétalos de rosas rojas. Símbolo de los deseos prohibidos en un film tan lleno de ellos como de secretos inconfesables: el deseo de triunfo a cualquier precio, la homofobia, la sensibilidad reprimida, el sexo...
Curiosamente es una película basada en los dialogos en la que la incomunicación es el principal problema. De esta manera el matrimonio protagonista no se comunica con sinceridad, como tampoco lo hacen los hijos con los padres ni estos con aquellos. Reflejo real de una sociedad acomodada que va más allá de las fronteras norteamericanas. Gente hastiada y aburrida de lo que posee y en busca de placeres (la droga,las armas, el sexo, la belleza...) que la saquen de la rutina.
Genial Kevin Spacey, más cínico que nunca, al frente de un reparto elegido con acierto. Una buena banda sonora y una fotografía cuidada redondean una obra que ya es de culto.
Un guión muy crítico y lleno de humor que lleva al espectador a un estado agridulce, donde todos son culpables o inocentes. De nuevo, un reflejo de la vida real en una película inolvidable en la que hay ocasiones para la felicidad que no llegan a realizarse.
"A partir de aqui, todo va a peor...".

(5/02/2008).

Compasión.

Bastante alejado de la definición del Diccionario de la Real Academia ("Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias"), aunque algo de eso haya, el termino compasión es uno de los más hermosos del pensamiento budista. Sería lo que ocurre con la palabra caridad, con la que tiene mucho que ver y que en el cristianismo tiene un significado diferente al que tiene corrientemente.
La compasión (el amor, la caridad) se ha de tener hacia todos los seres y no solamente a los que nos tratan bien. Además, también se aplica a los animales, idea compartida por Francisco de Asís. Conlleva, como apunto, algo de "sí, estamos en unas circunstancias, en general, dolorosas y negativas, tanto tú como yo y por ello siento amor por ti", aunque va mucho más allá. Y aunque la compasión pueda surgir de forma espontánea hacia los débiles y desvalidos, se ha de sentir hacia los grandes y poderosos, porque, normalmente, lo pasan tan mal o peor que los otros.
Pero hay más. Hacer cualquier acto "con-pasión" lo eleva a una categoría superior, a pesar del sustrato negativo con el que se define, también por la Academia, la palabra pasión. Dicen que determinadas obras y acciones hay que hacerlas con pasión. Interpretar música, hacer deporte... incluso amar. Sí, porque decir "amaba apasionadamente" señala que realmente el sentimiento superaba el control que a todo intentamos ejercer. Personalmente, no me sirve ningún otro estilo para mucho de lo que hago. Así oigo música con pasión, veo cine apasionadamente... El controlar determinadas aficiones o preferencias me parece que es demasiado "mecánico" y que el gusto por ello es menor. Las personas consiguen grandes objetivos cuando inventan, crean con pasión.
Pero siempre desde el punto de vista positivo. Así, para mí, es bueno "dejarse arrastrar por las pasiones" cuando la meta es buena. En cambio, el crimen "pasional" es sólo locura, transitoria o no.

(30/01/2008).

A prueba de bomba.

Cuando empiezas un lunes bien, siguiendo el pensamiento contrario a "si estás mal no lo comentes, que les divierta su puta madre", habrá que decirlo. De esta manera, aún con el tráfico madrileño, las gilipolleces de tu jefe, el sueño que te ronda, los mil apetitos que te reclaman, la resaca ociosa del domingo... el sol brilla, los pájaros cantan y todo parece más bonito.
Y es, claro, todo cuestión de nuestra mente. Cuando nos sentimos bien, seguros, positivos no existe tormenta o incomodidad que pueda con nosotros. Se sabe que el ser humano es capaz de proezas increibles en casos de emergencia. Sentirse estupendo en un lunes no es lo mismo... pero casi.
Con esta premisa, no es mala cosa que recordemos esta actitud para otros días no tan afortunados. O sea, los buenos refranes españoles de "a mal tiempo, buena cara" y "todo es según el cristal con que se mira".
En todo caso, me conformo con que el impulso me dure, al menos, hasta mañana.

(Publicado el 28/01/2008).

La prueba.



Estoy convencido de que cada día perdemos más el norte. Al menos, en la sociedad occidental, supuestamente avanzada. ¿La prueba?. Algunos ejemplos:
Conozco gente, de origen humilde, trabajadora, de barrios obreros, de padres que fueron emigrantes, gente sencilla y, en principio, sin pretensiones, que con el paso del tiempo, tras conseguir un mínimo de estabilidad económica y una posición social acomodada se muestran ultraconservadores, racistas y elitistas y de tendencias claramente de derechas.
Se ha puesto de moda la ropa pirata. Te encuentras en cualquier sitio señoritas con pantalones, a rayas verticales, de tobillo alto, cinturón de tela rojo y botas de cuero de corsario. De seguir así, además del móvil y el bolso, pronto se llevará el parche en el ojo, el sable en la cintura y el loro en el hombro. Ya pasó la moda de ir de princesa o de negro rapero neoyorkino; ahora prima ir de bucanero. Cuando aparezca la moda Batman o será horrible o muy divertida.
Abundan cada día más los idiotas que compiten por la calle con su vehículos, como si las ciudades les perteneciesen, despreciando la vida de peatones y de otros conductores. ¿Sabén que que viven en la vida real y que sus victorias no serán reconocidas más que por idiotas como ellos?.
Seguimos utilizando palabras de otros idiomas, aún existiendo las correspondientes españolas, solo para parecer más enterados y modernos. De un programa de televisón: "tienes que bailar con más energy".
Si pudiesen ir sociedades enteras al psiquiatra, los españoles deberíamos ir pidiendo hora.

(Publicado el 15/01/2008).

En la notaría.

Hacía demasiado sol cuando llegué. En un momento así, debería llover o, como mínimo, estar nublado. Pero esa luz, más de primavera que de otoño estaba, incómodamente, fuera de lugar. Faltaba una media hora para la cita, después de aparcar con más facilidad de la que esperaba y encendí un cigarrillo como consuelo y compañía. Sin quererlo, la buscaba entre los viandantes. A pesar de que el fin estaba, supuestamente, próximo, no sentía alivio si no tristeza.
Me perdí unos minutos con los titulares de los periódicos de un quiosco cercano, mientras recordaba lo que fue y añoraba lo que no pudo ser. Temía que viniese con el maleducado de su hijo que, a buen seguro, hubiese provocado un enfrentamiento. Quince minutos antes de la hora fijada, mi propia abogada me abrió la puerta de la notaría y comenzó a pasarme papeles que, en realidad, no me importaban pero fundamentales, me dijo, para el procedimiento. En breves instantes y con unas firmas finalizaría una historia de amor, desamor, intereses y desintereses. No eramos humanos que se amaban o ignoraban si no clientes reclamando sus derechos, números de expedientes o documentos. ¿Dónde estaban ahora los abrazos, los besos, las promesas susurradas...?.
Instantes después, entreví el bajo de su falda junto a mi pero no me atreví a mirarla, quizá por no descubrir lo que sentía y no quería admitir, tal vez para que no viese odio en mis ojos, tal vez para que no viese amor. Salvándome en el último segundo, nos dijeron que no había firma y, sin que hubiésemos cruzado una palabra, una mirada, ella desapareció. Tras las explicaciones y los abogados, me quedó la sensación amarga de una tristeza que no podía explicar.
Allí, ya solo, en mitad de la acera, recordé la boda, los momentos compartidos y los que nos separaron y tuve la sensación de que eran recuerdos muy antiguos, aunque hacía poco más de tres años que habían sucedido.
Volví al coche y, también a mi pesar, fui consciente de que aquello aún no había acabado. Sabía que tendría que volver a ver aquel cabello negro, oír aquellas palabras que no decían nada, sentir esa presencia ante la que no sabía que sentir.
Encendí un cigarrillo más y vi como la brisa fría se llevaba el humo secuestrado. El sol, absurdamente, seguía brillando y me pregunté que sentido había tenido todo aquello: aquella hora, aquel día, aquellos años...

(Publicado el 13/12/2007).

El Cielo Protector



Como bello y doloroso viaje al interior de uno mismo que es El Cielo Protector, Bernardo Bertolucci hizo lo que pudo con una novela de Paul Bowles que quizá nadie más se hubiese atrevido a filmar. Así la hermosa fotografía de Vittorio Storaro y la sublime música de Ryuichi Sakamoto completan una película que, sin alcanzar la difícil profundidad del libro, sí que nos comunica ese mensaje de soledad, desamor y muerte: la vida.

Debra Winger y John Malkovich, con actuaciones correctas, nos guian por ese norte de África de calor y moscas donde buscan, como muchos de la generación beat, ese sentido a la propia existencia ya como turistas o como viajeros.
Es para mi una película fascinante que dice con imagenes mucho de lo que expresan los textos de Bowles. Pero no se puede escribir de forma objetiva de una película tan subjetiva, basada en un libro muy personal. Como otros films del genial director italiano o te llega, te encuentras en el film, o no entiendes nada y te parece algo vacio y errático, sin serlo realmente.
La infidelidad, el dolor, el amor a África, la pasión, el miedo y la muerte están en la cinta como en la obra original y en la propia vida del escritor, que abandonó una posible fama en Estados Unidos para encontrarse en Tanger, según lo que Kafka, uno de sus autores favoritos - y de los míos -, decía: "A partir de un cierto punto, ya no hay posibilidad alguna de retorno. Ése es el punto que es preciso alcanzar".

Me identifico totalmente con las palabras de Paul: "Ni cuando esté muriéndome voy a decir que hubo una época en la que me sentía maduro, porque uno siempre está cambiando y nunca llega a nada. Llegar a algo tampoco es necesario. Morir sí, todo lo inevitable es necesario".

Tal vez es lo que todos necesitemos y que, por ello, inventamos: un cielo protector.

(Publicado el 12/12/2007).