sábado, 13 de mayo de 2017

Finales de abril



La lluvia cae inclinada
y todos los amaneceres son grises
desde que te fuiste.
Busco en mi piel
el recuerdo de tus caricias
pero el tiempo lo desdibuja
como las gotas en los cristales.
En tu ausencia
la primavera se hace otoño
y los colores se esconden,
marchitos y ahogados en soledades
opacas.
El gato y yo
te buscamos en las sombras
y los silencios,
en las huellas de tu calor
sobre la cama,
en la ausencia de tu aroma
entre las volutas y jirones
del tabaco.
Y mi amor te llama
en la distancia

alargada.

lunes, 6 de febrero de 2017

Sísifo

Agotado, derrumbado
por el castigo que no cesa
y que atormenta, repetitivo,
con agitación de serpientes
que crecen con el alba
y se alimentan,
gozosas y ufanas,
de mi espacio, de mi aliento,
en bailes de viento y brisas,
tempestades.
Sierpes que me ahogan
en abrazos asfixiantes
de roca y aire,
perezosas.
Y cuando al final se duermen,
exhaustas, malheridas,
sin pausa y sin descanso,
renacen recrecidas
en el silencio de la calma
lacerante
y
agotado, derrumbado
por el castigo que no cesa...

miércoles, 1 de febrero de 2017

Norte

De los bosques grandes y sombríos,
de las marañas negras
y de rayos de la luz,
que como gigantescos dedos mágicos,
revuelven los troncos y las ramas,
los helechos obscuros,
los huecos recónditos,
las madrigueras abandonadas.

De los verdes interminables,
a veces lorquianos,
rotos al azar por jirones
de nubes perezosas,
donde cazan los lobos
y corren los jabatos
huyendo del mañana.

De las piedras ovoides,
calientes bajo el sol
y frías en la orilla,
del rumor enorme,
del agua incontenible
presagio de la montaña,
y del barro
que crea y que destruye.

De los hórreos que huelen a maíz
a castañas,
fabas y frixuelos,
con rosarios de avellanas,
y gruñidos quedos
en la pocilga húmeda.
Palomas y asturcones.

Del luto perpetuo
por la mina negra y el carbón,
el vino denso.
Y en la cocina, 
el fogón de leña y el tocino,
tazones de leche
grandes como piscinas,
con ecos de gaitas
y el pollo con sidra.


De los prados infinitos
jamás horizontales,
donde las vacas maternales
escuchan pacientes el paso del tiempo
con rumores perdidos de cencerros,
de los caminos angostos
y ofidios
y el aroma del heno.
La fragancia del tabaco de pipa.

De las barcas azules y pequeñas
y las gaviotas insistentes y gamberras,
del olor a lonja y a pescado
y se agitan pulpos blandos,
maromas y salitre en los labios.
Redes amontonadas entre boyas blancas.

Y por fin,
del mar y de las rocas,
- azul profundo -
adulto y poderoso,
hijo rebelde del océano
y la espuma embravecida.


Soy.

jueves, 12 de enero de 2017

Bigotes blancos

07/01/2017
Quieto,
indiferente al paso del tiempo,
me miras con tus ojos
de misterio verde,
como una estatua elegante,
viva,
que se relame,
de vez en cuando.
Ahí estás,
atento a la caza
de los marca-páginas de hilo,
serpientes textiles,
presas indolentes entre libros.
Estás interrogando a las volutas de humo,
con tu cola curvada y negra,
todo pelo.
Mirando embelesado
un Antonio López
como un experto felino
en hiperrealismo,
y bostezas aburrido.
De repente,
con sorpresa gatuna,
te yergues escuchando
sonidos escondidos,
vigilante del espacio
y sus secretos.


Mi gato.