sábado, 30 de julio de 2016

La Ley Seca y la risa

Veía esta mañana en Canal de Historia - no voy a analizar aquí si es realmente Historia o sobre todo propaganda - (es un canal norteamericano disponible en televisiones de pago), un programa sobre la famosa Ley Seca y me dio por pensar (mala costumbre que aún tenemos algunos).

Curiosamente, el día antes, por Internet, escuchaba la opinión sobre el tráfico de drogas de un presidente suramericano. Su idea, que en principio me pareció desproporcionada y absurda, era que las cuestiones de la represión, control y lucha contra el tráfico de drogas se debían, principalmente, a que las drogas contra las que se combatía se producían en América de Sur y, en cambio, poniendo él como ejemplo la Ley Seca, el alcohol se producía en la propia Norteamérica. En principio, descarté la idea por absurdamente exagerada y sin fundamento. Una nueva “conspiración inventada”, me dije. Más tarde, por esa costumbre de pensar que uno padece, recordé en qué países se producen las distintas drogas que hoy se combaten en todo el mundo y en especial en Norteamérica. Y sí, en efecto: ningún país avanzado, rico, occidental (capitalista de pro) es productor de cocaína, opio, etc. Quizá hubiese algo de verdad en aquella afirmación presidencial…

Y vuelvo al programa de Canal de Historia. Evidentemente, al ser un canal que emite ideas estadounidenses solo apoya y difunde ideas positivas y sin ninguna crítica (ni política, ni social, ni histórica) sobre aquel país. Es lógico, ¿no?. Como empresa que es, difunde una “historia” supuestamente entretenida y “vendible”, pero que no tenga problemas con el gobierno de su propio país. Características comunes de cualquier medio de allí, si quiere ganar dinero y no meterse en líos… En fin, que en el programa, como digo, se hablaba de la Ley Seca, que según la Wikipedia fue: “La ley seca, también llamada prohibición, es una controvertida medida que han aplicado ciertos Estados durante la historia, consistente en la ilegalización de fabricación, transporte, importación, exportación y la venta de alcohol”. 
En este programa, en concreto, se hablaba de la Ley Seca en… Estados Unidos. El presentador y los guionistas, con tono burlón y jocoso, entre risas, cuestionaban a personas sobre la Ley Seca mientras bebían alcohol…. en un bar. Comentaban dicha Ley y sus ridículos y catastróficos resultados en aquel país. Lo de "Ley ridícula" lo remarcan varias veces y ponían ejemplos, quizá con el fin de que el espectador acabase pensado que sí, que fue una idiotez de Ley que no condujo más que a mayores problemas y, según el locutor recuerda, “a perdidas en impuestos no recaudados”. No voy a entrar a plantearme si el consumo de alcohol es una droga o no, si hace daño o no a la sociedad y en qué cuantía. Muchos expertos y científicos ya han dado la respuesta hace años. 
Por mi parte me planteo, el dinero que nos gastamos en la lucha contra el narcotráfico, contra qué países y contra qué personas. De qué modo se hace esa lucha. Qué y a quién se reprime y el gasto que ello conlleva. Los “daños colaterales” de la lucha. El programa televisivo, en su análisis de aquellos años, se reía de que todo el mundo consumía alcohol y y señalaba que por el maravilloso “espíritu rebelde norteamericano”, cuanto más se prohibía beber alcohol más lo deseaban los ciudadanos de ese país. Toda una apología de la libertad contra una ley nefasta, lo cual, en principio, parece razonable. Acaba curiosamente la emisión con las peculiares ideas (peculiares no por ser falsas, si no por como se subrayan para burlarse de aquella la ley) de que gracias a la Ley Seca, en los bares clandestinos, la mujer se “hacia igual” a los hombres bebiendo y fumando y que también, como beneficio adicional a la prohibición, se fomentó la música negra llamada jazz. Entre todas esas banalidades, medias ideas y simplificaciones un dato se quedó en mi memoria. Supuestamente, según el programa (supongo que hay datos realmente históricos que lo puedan afirmar o negar), el gobierno de la época envenenó el alcohol y, según los datos que daban, murieron, por ello, unas 100.000 personas. Lógicamente, a estas víctimas hay que sumar los asesinados, ejecutados, etc,  de la lucha misma contra el tráfico clandestino (policias, gánsters, contrabandistas, etc).

La visión inmediata, en cambio, que se tiene, de forma amplia - unánime incluso - sobre el narcotráfico es que se debe perseguir la fabricación, la adulteración, el tráfico, el uso, etc…
Y, analizando todo el conjunto, me planteo: ¿el problema de las malas drogas es que no se pueden gravar con impuestos como se desearía, qué se producen fuera de estados occidentales (capitalistas y bien intencionados),  qué no se pueden refinar, mejorar, o controlar si están legalizadas…?. No estoy, en principio, a favor de legalizar esas malas drogas o su consumo, solo me pregunto: ¿por qué unas si y otras no, qué perjuicios y/o beneficios producen las dos posturas y a qué países, intereses y personas benefician y/o perjudican cualquiera de las dos opciones?. ¿Entre el “sí” y el “no” hay alguna vía?. Y lo más terrible de todo: ¿a qué gobiernos, ejércitos, guerrillas, corporaciones, instituciones, partidos, grupos… beneficia el daño actual que hace el narcotráfico?. 
Realmente no conozco las respuestas. Sé que hay millones de estudios de los perjuicios del consumo de algunas sustancias prohibidas y que su tráfico se combate desde hace mucho. Evidentemente, cuestión que no ofrece dudas a cualquier ser humano mínimamente racional, cualquier droga con efecto mortal inmediato (o sea, veneno) ha de estar por siempre prohibida  (a pesar de esta lógica aplastante: “lo que mata inmediatamente ha de estar prohibido”, las armas se venden al público legalmente en algunos países y no pasa nada). 
Las conclusiones por ahora saltan, más o menos, de unas posiciones a otras. Si recordamos la Historia: el alcohol se prohibió y ahora se “consiente” (¿quizá se impulsa y fomenta?) de forma moderada, controlada y gravada con impuestos… el consumo del tabaco, en general, se prohibe en sitios público, pero no privados… la marihuana en algunos países se permite de forma controla o/y terapéutica… el café es ampliamente permitido… 


Lo mismo, como decía el antiguo sabio, todo dependen de la dosis.