sábado, 23 de marzo de 2013

Soñé que nadaba con delfines.



Hace unas noches soñé que nadaba con delfines y lo recuerdo como uno de los más bellos y placenteros sueños que he tenido en toda mi vida. Además de la posible explicación de Freud, siendo minusválido, la lectura me parece clara.

La experiencia con estos parientes nuestros, por lo visto, es de las mejores que se pueden tener en el agua, porque se ha comprobado, sobre todo en personas con algun tipo de enfermedad, que, intencionadamente, emiten ondas, las mismas que les sirven para encontrar comida, para intentar sanar lo que -sin que aún se sepa como- saben que está mal o dañado en el humano que tienen cerca. Así se ha constatado por científicos la mejoría de niños y adultos después de nadar con estos mamiferos marinos en varias sesiones.
Otros estudios hablan de que son los únicos animales que crean sus propios juguetes con el único fin de entretenerse. Es increible verlos formar un aro de burbujas y jugar con él.
Desde antiguo hay leyendas y hechos probados de delfines que han ayudado a marinos y nadadores en diversas dificultades, entre ellas la defensa de ataques de tiburones.
Nosotros, por nuestra parte, les agradecemos el trato matándolos a garrotazos, enredándolos en las redes de pesca y ensuciándoles las aguas. Es decir, les matamos  por darnos la vida. Teniendo en cuenta que ocurre igual con muchas otras especies, desde ballenas enormes a diminutas hormigas, solo cabe una pregunta: ¿Quiénes son realmente los "animales"?.

(Publicado 11/12/2007).

Un poco más de frío



Hace un poco más de frío. Hay más luces apagadas y no hay sirenas que canten las urgencias. Bajo mínimos, esta atípica mañana de un viernes, 7 de diciembre, da tiempo para pensar sobre el porque de las cosas.
Todo empieza leyendo a una amiga enfada por como le trata la vida, después de oír que entierran al jóven Guardia Civil y que en el Congreso alguien pide un poco de calma.
Por la ventana, aún en la oscuridad, los automóviles surgen del campo como flores con ojos luminosos y se empieza a abrir el día.
Lo que más he sentido ha sido la muerte de dos jóvenes en el Estrecho, quizá porque serán los más olvidados. Tan solo un número más de los que dejaron este mundo frente a las costas de Granada. Seres humanos en busca de un sueño...
Entonces me doy cuenta de que no estoy triste, ni alegre porque la vida, la historia, el Universo es ajeno a estas pérdidas, a estos días entre festivos, a nuestras esperanzas y deseos minúsculos.
Por mucho que debamos recordar, por mucho que nos afecte, por más dolor o alegría que pueda encontrarse hoy dentro del corazón de la gente, dentro de cien años solo será una pequeña gota en el paso del tiempo.
Quizá la familia recuerde aquel 7 de diciembre cuando fue el funeral de aquel asesinado, quizá las hijas de mi amiga conserven la idea de como le dolía a su madre la enfermedad de la abuela... tal vez, en alguna tribu, se hable de un joven que cruzó el mar para intentar alcanzar su sueño.
Así, justo al contrario de lo que parece, seguimos vivos en el transcurso de los siglos. No tú o yo, si no la huella del hombre sobre el planeta. Este deseo de vida y felicidad eternas. En un enorme océano de estrellas, galaxias, planetas, perdidos entre el polvo estelar, aquí estamos tú y yo levantándonos para ir a trabajar, en la cama soñando con el último episodio de Friends, repartiendo pan (gasolina, leche, agua, periódicos...) para ganar un poco de dinero para estas fiestas, escribiendo el guión para los locutores del próximo informativo radiofónico, patrullando la ciudad para que todos se sientan más seguros...
Pero triste porque en otros sitios alguien sufre por la lepra, se desespera al no saber que comerá mañana él y su familia, una mujer seguirá andando para llegar hasta un poco de agua sucia para beber, otro niño caerá bajo las balas de quien no está de acuerdo con lo que quiere otro país del suyo...
Y alegre porque todos buscamos lo mismo: sentirnos bien y ser más felices. Poder mirar a los ojos de nuestra pareja, de nuestro hijo, de nuestro padre y creer que ninguno morirá hoy. Tomar la mano de esa persona que amamos y hacerla sentir que no está tan sola como cree. Mirarnos en el espejo y sentir que, aún, estamos vivos y que un mundo infinito de posibilidades se abre para hoy... sin ir más lejos. Y para mañana, también.

Si este texto te da solo un breve aliento, a pesar del frío, si mitigó una milésima parte de tu dolor, si te sentiste, por una fracción de segundo, un poco menos solo, soy un poco más feliz. A pesar del frío.

Imágen: Fotografía de Mónica, desde la ventana de su residencia.

(Publicado el 7/12/2007).

viernes, 22 de marzo de 2013

Humo de Olvido



Hay lluvia de piano con sordina,
jarabe de recuerdos perdidos,
bajo la tenue luz mortecina
de las farolas borrosas y escondidas.
Ojos de espíritu triste
que buscan formas que se difuminan
e imágenes tuyas
que se eclipsan,
en una nube que debería
estar más alta.
Lápida de las sombras
que huyen espesas,
ante dos luces: roja y roja...
y detenidas.
Quise encontrar el camino
a tus brazos
pero perdí,
nuevamente,
el norte de tus manos
diluidas.
Puré de visiones azuladas,
lodo de pupilas frías,
desorientadas,
en un mar confuso
de ténues sentimientos
vagos.
Parado en el auto,
apagado en ningún sitio,
supe que te echaba de menos,
mientras buscaba un destino
extraviado.
Desierto de la razón
sin esperanza...
todo disoluto,
abandonado a las retinas
dormidas.
Renqueante un dinosaurio
de seis ejes,
como cetáceo
moribundo,
frena suave y alquitrán,
aparición lenta
y gritos mudos.
Y a lo lejos
todo se fundía
en un gris asesino:
las farolas...
tus brazos...
los recuerdos...
te quiero.
Pasó lento un cartel
que no indicaba
a ninguna salida,
como muerte en vida
y susurro
sin palabras
en idiomas de algodón.
Letanía húmeda
de mirada cansada,
esencia de cementerio
y fusión gorgoteante
de las ánimas.
Niebla
en tu mirada.

Imagen: Maurizio Lanzillotta. Encina y niebla.

(Publicado el 3/12/2007).

Sexus



Para el que diga que "no hay nada nuevo bajo el sol", el diario El País hace un concurso en el que regala 3 consoladores femeninos:

Características técnicas del consolador: portabilidad, usabilidad, sumergible, potente motor, electrónica duradera, tres programas adicionales de vibración. Pilas no incluidas, pero sí el lubricante.
PD: El regalo llegará a tu dirección postal en un envoltorio discreto.
Y si esto no es un cambio que venga Dios y lo vea, que por mucho que intente vendernos la moto la iglesia correspondiente, Él (el que sea, según la zona), no puede estar en contra del sexo porque para eso nos puso lo que nos puso y la capacidad (maravillosa) de gozar con ello. No voy a repetir como los gobiernos y las iglesias nos controlan a través de intentar controlarnos el sexo (aunque creo que lo he vuelto a hacer).

Fisiologicamente, por lo visto, si no hubiese "premio final", no haríamos una actividad que nos acelera el corazón, nos dispara la tensión, nos dilata las pupilas, nos cansa, pone en jaque a nuestros músculos, etc... pero Él o la Naturaleza (llámalo X) es muy sabio y nos dio estupendos orgasmos para que no nos extinguiéramos al primer polvo.

Y claro como es sábado, pues es buen día para hablar de revolcones y roces sin fin.

Ya nos decía el Arcipreste de Hita (de imprescindible lectura) que es una de las cosas por las que se mueve el mundo: "yacer con fembra placentera", siendo cura medieval y español (inconcebible hoy en día que un sacerdote no solo lo diga, si no que lo escriba... porque pensarlo -digan lo que digan- lo piensan casi todos).

Totalmente de acuerdo - creo que se viene suponiendo desde que empecé este blog -. Ese intercambio de afectos y placeres, de caricias y besos, nos da el impulso necesario para seguir vivos... en más de una forma y manera. En las últimas semanas, un anuncio radiofónico - creo que de una clínica especializada; es lo de menos - nos muestra al marido llegando a casa y diciendo, alegre y de buen humor, como si le importara un comino, que le han despedido. Su mujer desde la ducha le responde algo así como que se vaya preparando que "hay tema". El mensaje final es que si en el sexo te va bien, lo demás no importa. Y es verdad al 100%, porque el sexo estable y continuado con una persona -inevitablemente- supone amor entre los dos - o tres o cuatro, que no estoy yo para regatear-. O como mínimo un afecto bastante importante. Los que no se continúan en el tiempo pueden ser otra cosa, pero aguantarnos y aguantar a alguien al lado en esos "quehaceres" supone una entrega estimable... y necesaria.
Lamentablemente, en España y en otros lugares del ancho mundo, aún muchos consideran el asunto algo vergonzoso y a esconder y los más mayores creen que no es algo sobre lo que haya que hablar, pues entra dentro de lo privado. Cada uno que lo viva como quiera, pero, por favor,... que no intente imponer esa forma de pensar a los demás. Nos hace daño. A todos.

Sí, entiendo - e, incluso, lo comparto - a los que dicen que sugerir es mejor que mostrar, pero eso no tiene nada que ver con prohibir (a fuerza de censura, velos o burkas...) y lo más horrible es imponer tus creencias en un tema que sí, que es personal.

Solo una estupenda frase del blog de mi amigo Peluche para terminar: "Sea solidario: masturbe a un manco (Esteban L. 1954; jugador de balonmano y socio fundador de la o.n.g. mancos sin fronteras)".

(Publicado el 1/12/2007).

¿Es la época?



Tal como imponen las grandes superficies comerciales, aún siendo 30 de noviembre, toca hablar de la navidad. O Navidad, como prefieran y según sus creencias. Tampoco andamos muy perdidos en las fechas porque, por lo visto, lo del 25 de diciembre fue una estrategia de la iglesia cristiana para echar tierra sobre otras celebraciones paganas. En cualquier caso, los comerciantes ya han inaugurado la caza de nuestras pagas extras y han abierto la caja de los buenos deseos y la generosidad sin más límites que los de la nómina de cada uno. Incluso Martin Scorsese ha decidido unirse a una conocida marca de cavas para recordarnos que debemos ser felices (con un curioso homenaje a Alfred Hitchcock) al menos en estas fechas, lo que supone una astuta maniobra de la firma de bebidas, alejandose de las estrellas de delante de las cámaras. Y así, cada año, olvidamos más el sentido original de estas fiestas (¿qué nació quién?) y las vivimos más como una campaña de consumo desenfrenado, con la excusa del amor navideño.
Evidentemente es tan buena época, como cualquier otra del año, para hablar de eso,del amor y tras el libro de Eduardo Punset, tenemos una buena excusa. Curiosamente en una línea similar a la que ayer señalaba en este blog, el famoso divulgador científico nos dice que el amor más que un acto de generosidad, cuestión romántica de locos, es un ejercicio de supervivencia. No he tenido el placer de leerlo aún, pero, por algunas notas encontradas por la Red, parece que apunta a una teoría que sostengo desde hace años: solo con amor se puede vivir en un estado de felicidad. Varios artículos en este mismo blog hablan,en unas formas u otras, de ello y es un apoyo que haya teorías científicas en el mismo sentido. Ya el protagonista de la Navidad decía lo mismo hace cosa de unos 2007 años y un seguidor suyo, en una famosa carta a seguidores de la época, lo resumía así:
"Si hablo las lenguas de los hombres, y aun las de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que retiñe. Y si tengo el don de profecía, y entiendo los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas; y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres cuanto poseo, y aún si entrego mi cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
Tener amor es saber soportar, ser bondadoso; es no tener envidia, no ser presumido, orgulloso,grosero o egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, soportarlo todo.
El amor nunca dejará de ser. Un día cesarán las profecías, y no se hablará más en lenguas ni será necesaria la ciencia. Porque la ciencia y la profecía son imperfectas y tocarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.
Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera borrosa, como en un espejo; pero un día lo veremos todo como es en realidad. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día lo conoceré todo del mismo modo que Dios me conoce a mí. Hay tres cosas que permanecen: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante es el amor".
La cita es extensa, pero creo que merece la pena, dados los tiempos que corren, recordarla. Sobre todo para saber de que estamos hablando en la próximas fechas, más allá de la ultima consola de moda, el turrón o el cava de turno (con director famoso).
 
(Publicado el 30/11/2007)
 
 
 

No puede ser

De las últimas palabras que he escuchado al Sr. Zapatero, creo que hay una idea muy a tener en cuenta para el beneficio de este país. Que la cuestión social, los avances sociales, lejos de ser una carga para el estado, son una inversión de futuro. Pienso que es cierta la afirmación y que debemos hacerla extensiva a otra área esencial: la Cultura. Así, con mayúscula de total y general.
No puede ser que la cultura siga siendo una cuestión de minorías en España. No puede ser que la única cultura masiva sea el deporte. No puede ser que el número de lectores siga bajando. No podemos permitirnos, ni económicamente, que la cultura general, no la elitista, no la de grandes exposiciones, no la dirigida más bien al turista, digo la cultura general siga bajo mínimos en la unidad de cuidados intensivos.

Hacen falta más bibliotecas públicas, más visitas de colegios a museos, más programas culturales en televisión, etc. El arte, el teatro, la música clásica, el ajedrez, la literatura... han de dejar de ser para unos pocos y fomentados desde todo el sector público. Tenemos que ser conscientes de que fomentar la cultura masiva de nuestra población bajará la delincuencia, los malos tratos, la xenofobia, los accidentes de tráfico, las enfermedades de todo tipo, etc. Tengo claro que no se puede imponer a los medios privados objetivos públicos, pero los medios de comunicación estatales tienen que tener como fin prioritario la cultura. Aunque en principio no parezca rentable. Seguro que después lo privado sigue la ola del interés de un público más culto.
Incluso, aunque no se lo planteen, la cultura general es beneficiosa para las empresas que tienen así un público mejor informado y más exigente, que pide productos de más calidad y garantía, lo que provoca consumidores fieles y compras inteligentes. Las empresas a la altura de lo que se les pide serán más rentables y tendrán menos competencia.

Si realmente el gobierno de turno es consciente del enorme motor y medicina general que es la cultura, quizá este país se salve de la quema que parece inevitable e imparable, en un futuro más o menos próximo.

No puede ser que aun muchos ciudadanos se vanaglorien de no tener cultura o no haber leído un libro.

(Publicado el 29/11/2007).

lunes, 18 de marzo de 2013

Let 'em in



Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Do me a favor,
Open the door and let 'em in(repeat)
Sister Suzie, brother John,
Martin Luther, Phil And Don,
Brother Michael, Auntie Gin,
Open the door,let 'em in.
Sister Suzi, brother John,
Martin Luther, Phil and Don,
Uncle Ernie,Auntie Gin
open the door, let em in

Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Do me a favor,open the door and let em in
oo yeah let em in

Sister Suzi, brother John,
Martin Luther, Phil and Don, ooo
Uncle Ernie,Uncle Ian
open the door let em in

Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Someone's knockin' at the door
Somebody's ringin' the bell
Do me a favor,open the door and let em in
yeah yeah yeah

Madriz me sigue matando.

Al hilo de lo que dice mi amiga "La Isla de los Bosques", yo he llegado a la conclusión de que, igual que aquello de "cuanta más gente conozco, más quiero a mi perro", cuanto más vivo en pueblos más quiero a Madrid. Se cansa uno pronto de tanta tranquilidad y familiaridad y te repatea cuando te levantas muy temprano y no puedes oír a la gente llendo a trabajar en el autobús de la EMT. Era un alivio saber que no eras el único idiota pegándote el madrugón padre. Otro tópico habla de las maravillas de que todo el mundo se conozca en poblaciones pequeñas, pero si te da por hacer el orangután adulto encima de una farola, no te gusta lo de "vi a tu hermano haciendo el orangután adulto encima de una farola... ¡estaba tan gracioso!". Además las opciones culturales se quedan entre una película del bibliobús que pasa una vez a la semana -y lo mio es el cine- , una exposición de pintura - mala - de un amiguete del alcalde o leer el periódico en el bar. Esto último incluye el que te llamen "el sabio", como apodan, no sin recochineo,al que lo hace en un establecimiento de aquí. Otra leyenda "rural" afirma que seguridad como la de los pueblos ninguna, pero la mayoría de las casas, rodeadas de rejas, parecen mini-prisiones, pues ya han robado en más de una. Evidentemente el hábitat está lleno de pólenes en suspensión, hormigas carnívoras,arañas y mosquitos tamaño botijo y rabiosos y hambrientos perros abandonados, por cazadores aburridos y poseedores de escopetas por miedo a que les roben. Lógicamente, los precios en los tres comercios de la localidad superan en mucho los de la Quinta Avenida en Nueva York, porque si no te interesa ya sabes: "carretera y manta". Y es lo que tienes que coger si quieres comprar cualquier objeto que te recuerde que vives en el siglo XXI en la Europa Occidental, porque el CD más actual - en el expositor del bar - es "Himnos de La Legión Romana S.P.Q.R. en su asalto a Britania", por la séptima legión de Julio Cesar - intérpretes originales... que lo pone -. Horrible es también que en invierno parezcas el único ser sobre el planeta y en verano la villa sea una sucursal de Marbella, de abundantes madrileños desplazados y ansiosos de vacaciones y sierra. O hay un silencio de tumba antigua o los niños, músicas, coches y televisiones a todo trapo te sacan de tus casillas.
Sé que nunca llueve a gusto de todos, pero el caso es que aquí, para más inri, no deja de hacerlo. Voy a tener que cambiar el renault por una zodiac.

P.D.: Al buscar imágenes para ilustrar el texto, me encontré una página maravillosa - de una web católica - que parecía justo la antítesis de mis lineas anteriores y era muy divertida de pura alabanza - divina - a lo rural. Acaba con una foto del campanario y otras del pueblo desde cada punto cardinal. Si no fuera por respeto, era para poner el vínculo.

(Publicado el 23/11/2007).

Una persona.

En un día como hoy, cuando ya entra el invierno de verdad y el frío nos azota con ese impulso a estar en interiores, he visto como una persona fregaba la acera exterior de un restaurante de comida rápida, aquí, en una ciudad del norte de la Comunidad de Madrid. Por sus rasgos faciales seguramente era un inmigrante. Una persona que hacía un trabajo que ya muchos de nuestros jóvenes no quieren hacer, por parecerles degradante o de poca remuneración. Simplemente se ganaba la vida para él, su familia y/o para enviar algo de dinero a sus parientes en el país de origen. Trabajaba con energía y conciencia, lo mejor que se podía esperar y haciendo, con su tarea, que todo sea un poco mejor en donde vivimos.
Una persona así, trabajadora, a primera vista honrada y cabal, es la que es, con otras muchas como él, blanco de los ataques de gente desocupada y aburrida que se manifiestan, como en estas jornadas pasadas en contra de la llegada de inmigrantes. Algunos de estos incluso, en condiciones favorables de anonimato, agredirían a esta persona solo por el puro aburrimiento y el odio sin sentido. Curiosamente, muchos de estos hijos de papá, de todas las edades, que gritan consignas de expulsión y de impedir que entren inmigrantes, tienen en casa una "chacha" extranjera que es "como de la familia".
Este sinsentido, como digo debido principalmente al aburrimiento, al ocio vacío, también se base en falsa informaciones, en poco conocimiento de la historia general y en la propia historia familiar. Y esto es de lo que me parece más sorprendente. El joven de pocos años, cargado de odio pero divertido, descerebrado, agrede verbal y físicamente a una persona que viene a este país en busca de un futuro mejor, sin recordar que lo mismo hizo su abuelo o su padre, en condiciones practicamente idénticas. Porque sí, porque, por mucho que queramos olvidarlo - y algunos astutamente nos lo esconden -, en este país fuimos pobres de solemnidad y se pasó hambre y eramos los parias del continente y teníamos que ir fuera a ser camareros, barrenderos, etc. De esta manera, el mínimo sentido que pudieran tener las afirmaciones de estas manifestaciones racistas se disuelve totalmente. Parece que ya nadie recuerda como nuestros parientes iban a Francia, Alemania, Inglaterra y toda suramérica para hacer fortuna, con más o menos éxito. ¿Qué nos hace suponer de la honradez de nuestros compatriotas y la maldad de nuestros inmigrantes?; ¿quién tiene más derechos o menos y por qué?; ¿No tenemos todos derecho a intentar ganarnos la vida lo mejor que podamos, sin tener en cuenta colores o países?. La respuesta fue, es y debe seguir siendo sí.

(Publicado el 19/11/2007).

Perdido y encontrado en el templo.



Iglesia en Tetuan.

Cuando suena el teléfono a las tres de la mañana es cuando sospechas que quizá un asesino cruel viva en tu interior.

Abrí los ojos y miré el aparato con ira, mientras se dibujaba en mis pupilas borrosas y oscuras. Era Henry que quería que fuese a verle inmediatamente.

- Henry tío, ¿que mierda fumas?... ¿sabes que hora es, por dios?.- le grité temiendo despertar a los vecinos dos segundos después de hacerlo.

Según conducía por el escaso tráfico del París nocturno invernal, me prometía, a mi mismo, darle un buen puñetazo en un hombro si el "tesoro" que me dijo tener era un poco -solo un poco- más pequeño que el de la Torre de Londres. Unas prostitutas se acercaron, todas plástico por dentro y por fuera, para ofrecerme sus servicios, cuando me detuve unos instantes en un semáforo. Una de ellas, de largas piernas, pelo sedoso y pechos casi naturales, me hubiese realmente tentado de no caerme casi de sueño y estar apunto de congelarme. Me arrepentí de no haber arreglado antes la calefacción del coche. Lo dejé en doble fila y entré en "Libros Antiguos y en oferta" del pesado de mi amigo argelino.

- Espero que sea lo suficientemente bueno o...- dije levantando un puño sobre su cabeza, aunque los dos sonreíamos ya, como los viejos amigos que han corrido juntos mil juergas y han compartido momentos de serio y tenaz estudio. Tal como eramos.
- ¡Vas a flipar!.- Me advirtió.
- Espero... por tu bien.- Pero descubrí, en el interior de su mirada, que aquello, fuese lo que fuese, merecía la pena.

Después de años con el bueno de aquel tío alto de piel oscura, cuerpo esquelético y blanca barba como la nieve; que tocaba TODOS los libros como si TODOS los que tocaba fuesen sagrados; que conocía mercados, tiendas, puestos de libros públicos (y secretos) de medio mundo; que tenía una mujer que era increíblemente japonesa e increíblemente servicial y atenta con su marido y sus amigos; en fin, que supe, por lo que le conocía, que había dado con un auténtico filón. Como socio suyo, me froté las manos avariciosamente y busqué con los ojos de un azor hambriento el ejemplar incunable.

- Je je... estatua te supongo en tres minutos.- Rió pasándome una cuartilla escrita a mano.

Le cogí de la pechera de la bata y en volandas le puse contra la librería que tenía detrás de él. Me miró aún riendo...

- ¡Estás loco tío!... Despertarme, hacerme cruzar medio París, helado, a las cuatro de la madrugada... ¿para que me des una cuartilla?. Te mato, ¿eh?.
- Tu comienza a leer.- Dijo arreglándose, ya con los pies sobre el suelo, el cuello de la bata y aún con su sonrisa maligna y astuta.
- ¡¡QUÉ YA TE CONOZCO!!. Será alguna tontería de un tesoro, que nadie conoce, enterrado en una isla remota, que en realidad nunca existió y que no es más que una leyenda de un marinero aburrido y con pretensiones de ser Stevenson.
- ¡¡QUÉ LEAS, COÑO!!.- Cortó tajante y ya serio.

Miré el papel y comencé a leer con dificultad aquel texto en francés:

"Cuando volvió aquella tarde, el Principito me miró y vio como limpiaba la avioneta del polvo del desierto...
- No quería irme sin darte otro pequeño regalo. Sé que sabrás apreciarlo.- dijo con aquellos ojos que me traspasaban...".

Me paré en seco. Efectivamente, mi cuerpo se inmovilizó casi dos minutos mientras mi mente daba miles de vueltas, mientras mis neuronas se reconectaban en formas nuevas, mientras, sin conseguirlo, escapaba de aquel pozo profundo, pero luminoso de mi propio asombro. No podía ser. No podía ser auténtico... no podía. Me quedé mirando aquel texto, aquellas letras que ya no conseguía leer y me fijé en el tipo de letra, en el grosor, el ruido y el peso del papel, lo miré al trasluz y me fui hasta la lámpara con lupa que había sobre la mesa del rincón. Desde luego... lo parecía... Pero Henry me miraba y afirma rotundo con la cabeza, con la sonrisa más amplia que le conocía y que jamás volví a verle en todos los años que vivió.

- ¿De verdad lo crees? - dije ansioso - ¿quiero decir, de verdad crees que es auténtico... ?. No puede ser... ¿dónde lo encontraste... quién te lo vendió... cuándo...?. No puede ser....

Por fin la tensión, que seguramente llevaba acumulando desde hacía días, estalló y se tiró en la butaca, primero riendo y luego llorando.

- ¡¡¡RICOS, SOMOS RICOS!!!!.- gritó, cuando ya eran las cinco y aún dormía la ciudad, ignorante de nuestro descubrimiento.
- ¿Somos?. No será auténtico, pero de serlo... tú lo encontraste.
- Venga, Luis, sabes que el negocio es de los dos... pero sabía que te quedarías petrificado.- Rió como un niño jugando con una cría de oso panda.

Estuve un buen rato estudiando la grafía del texto, comparando cada letra con letras de otros textos, buscando documentación que pudiese avalar la maravilla que tenía entre las manos: un capitulo perdido o no incluido, por Antoine de Saint Exupéry, en el libro mundialmente conocido: "El Principito". La edad del papel, su composición, el envejecimiento... hice varias pruebas y... Aquello podía valer millones de francos. Sí... sí... parecía auténtico.

Una... ¿una?.

- ¿Solo una cuartilla?.- interrogué.
- Sí, para que quieres mas.- Y volvió a reír y esta vez le seguí entusiasmado.

Y ¿dónde lo has encontrado?. En África - tenía sentido-, en una iglesia de Tetuán ("las fuentes", no estaba mal el nombre para el momento), entre los libros de la sacristía. Por lo que luego pude averiguar, un antiguo párroco, de origen español, fue amigo de Exupéry y acabó sus días siendo el cura de aquel templo. La encontré doblada dentro de uno de los volúmenes. Lo he comprobado y es auténtico. Incluso alguna biografía apunta a la existencia de algún capitulo perdido. Hay más expertos, incluso algunos - pocos - mejores que yo. Ya lo sabes, Luis. Pero juraría que es un capitulo real, del autor y no publicado. Fíjate en la sintaxis, el vocabulario... la forma en como dibuja la P del personaje... Y el dibujo... sabes que solo él dibujaba así.
En efecto, al final había un dibujo idéntico a los ya conocidos. Empezaba a estar seguro de lo que teníamos en nuestro poder.

En ese momento, lo leí de principio a fin:

"Cuando volvió aquella tarde, el Principito me miró y vio como limpiaba la avioneta del polvo del desierto...

- No quería irme sin darte otro pequeño regalo. Sé que sabrás apreciarlo.- dijo con aquellos ojos que me traspasaban...".
- Como quieras.

Respondí, suavemente, mientras él me daba una pequeña cajita. La abrí con cuidado. Sabía que podría haber cualquier cosa dentro y casi tuve miedo. Pero la cajita estaba vacía. Me sentí un poco decepcionado.

- Entiendo, es una cajita para que pueda meter cosas pequeñas.

Le miré mientras se alejó sobre las dunas; él era ahora el decepcionado.
Guardé la cajita con cuidado, en la parte trasera de la avioneta, y me senté sobre la fría arena de la noche a esperarle. Arriba lucían las estrellas que tanto me gustaban y un ligero aroma a azahar me llego, dulce. Temí que fuese un presagio de muerte y comencé a silbar con miedo.
Cuando aún no había terminado de asomar el sol por el horizonte, lo vi venir despacio y cabizbajo. A él, cuando estaba triste, le gustaban las puestas de sol. A mi, este amanecer bonito me ponía triste. El Principito se tumbó a mi lado y se durmió.

- ¿Por qué no entendéis nada?.- me preguntó asustándome por no saber que se había despertado, mientras quitaba arena de delante de la avioneta.

No dije nada esperando que se explicase... porque era verdad: no entendía nada.

- Lo que eres, lo que vales, tu importancia en el tiempo, lo que has sido y serás no es nada. Como me pasa a mi, como nos pasa a todos. Pero queda algo cuando nos separamos: el recuerdo, el amor por lo que se fue, lo que significamos el uno para el otro... Esto es importante y real. Aunque en realidad no existe, nunca fue algo que se pudiese tocar o medir. Pero quizá fuese más auténtico que todos los corderos y todas las rosas.
Supe, en aquel momento, el inmenso regalo que había dentro de la pequeña cajita".


Miré a Henry complacido. Quizá para el autor no había merecido la pena incluirlo, o no le pareció bueno... Por algún motivo no estaba en el libro publicado; tal vez jamás sabríamos el porque... pero a mi me había gustado.

Justo cuando iba a comentarle a mi amigo que deberíamos llevarlo al banco, en cuanto abrieran, oí una voz detrás de nosotros.

- Creo que, si vale tanto, será mejor que me lleve ese papel.

Un tipo con mala apariencia, con un pasamontañas que solo tenia un hueco para los ojos, nos apuntaba con una escopeta amenazadora, desde un rincón oscuro entre las estanterías. Era difícil verle, pero parecía corpulento. Sopesé la posibilidad de luchar con él y Henry me leyó el pensamiento.

- Ni se te ocurra -dijo-, que se lo lleve.
- Para nada... es nuestro y es IMPORTANTE.

Sin que apenas me diese cuenta, con un pequeño y rápido tirón, Henry me quitó la cuartilla y con paso decidido se la entregó al ladrón. Mi amigo se volvió, me miró y extendió los brazos para impedir que me abalanzase.

- Luis, por favor.. confía en mi.

Entonces lo entendí: lo que le dio era una copia que había hecho. No era realmente el original, que seguro que tendría a buen recaudo en una caja fuerte. Un facsímile. Destensé los músculos y me di por contento.

Se arrastró el delincuente por las sombras de la pared, como una largartija demasiado caliente, y, sin dejar de hacernos frente, abrió la puerta a su espalda. Desapareció bajo los copos de nieve en la lejanía.

- Debió seguirme después de la conferencia, cuando llegué y se coló, mientras fui al servicio, antes de cerrar, me venia meando...
- Olvida eso, ¿dónde está el original?.- le respondí nervioso.
- Lo tiene el ladrón, ya lo has visto...

Abrí tanto los ojos que temí que mis globos oculares cayeran al suelo y rodaran bajo una de las polvorientas librerías abarrotadas.

- ¿ME ESTAS DICIENDO QUE LE HAS DADO ESA JOYA A UN LADRÓN ASÍ COMO ASÍ?.- le grité.

En el reloj, de una iglesia cercana, dieron las siete mientras mi amigo me sonreía.

- No por supuesto que no. Lo que quieres esta aquí.

Mi amigo me tendió una cajita. Era, aproximadamente, como debía de ser la que se mencionaba en el escrito.

La abrí y vi que estaba vacía.

"Supe, en aquel momento el inmenso regalo que había dentro de la pequeña cajita".

(Publicado el 14/11/2007).

sábado, 16 de marzo de 2013

Pam Grier (o como ser vieja, gorda, negra y atractiva al mismo tiempo).

 
 
Ante todo, mis disculpas por el título del artículo, que es totalmente irónico, pero que tiene ese perfume de biografía no autorizada, en edición barata y de bolsillo y que, creo, le va a esta estupenda actriz estadounidense, por el tipo de películas por las que allí consiguió hacerse muy popular.
Al subgénero, en el que Palm Grier arrasó le llaman blaxploitation, que según la Wikipedia es: "un movimiento cinematográfico que tuvo lugar en Estados Unidos, a principios de los años 1970, con la comunidad afro-americana como protagonista principal y que consistió en un boom de cine negro, con bandas sonoras de conocidos artistas de la época. La escena clásica del blaxploitation es la persecución de coches por la ciudad de Detroit con música funk de fondo".
El publico español, no especializado en cine, no la conocería si no fuese por su estupenda actuación en, la correcta cinta de Quentin Tarantino, Jackie Brown .
Sinceramente, no recuerdo haberla visto en otra película (pero con las miles de cintas disfrutadas o soportadas a lo largo de más de 40 años, vaya usted a saber), pero confieso que me impresionó y me vuelve a impresionar (en un nuevo pase ayer mismo).
Impresiona como digo por su atractivo físico, por una actuación soberbia, por una de esas presencias que llenan la pantalla y que te transmiten la idea de inteligencia, de fuerza y, ¿por que no?, de una sexualidad salvaje.

Y aquí empieza la reflexión más allá de esta película y de la propia actriz. Porque la elegancia, el carácter, el atractivo físico no tienen que ver (y ella lo demuestra por encima del maquillaje y la actuación), ni con la edad, ni con el género sexual, ni con las medidas anatómicas... tan solo cuenta la personalidad que transmite -otros ejemplos serían Anjelica Huston y Diane Keaton, tal vez Catherine Deneuve -. Así, uno desearía hablar -mirar, admirar, amar, disfrutar- con y a una mujer que transmite una fuerte personalidad y que, gracias al paso de los años, se ha hecho inteligente y bella. Hoy en día, en plena fiebre de la delgadez etíope, en el siglo del canto sin reparos a la belleza juvenil, el de la hegemonía - supuesta - de la raza blanca y de un machismo imperante aún, una actriz en un papel no cómico puede brillar con toda la luz de un ser humano interesante.
Su edad aparente (nació en 1949) en la mencionada película, es de 50 años, pero sentimos al verla que sería hermosa y atractiva (tanto física como intelectualmente) con 70. Seguro que tendría mucho e interesante que contar y sobre lo que hablar. Podría ser encantador tomar simplemente un café con ella, en silencio. O despertarse uno a su lado... (¡¡sí, para asombro de los que creen que la sexualidad se acaba a los 50-55!!).
En cuanto a lo de "gorda" es evidente que no lo está, aunque para gustos los colores, pero ni es Queen Latifah ni Halle Berry. Lo de "negra" es simplemente una diferencia de pigmentación en la piel que no merece ni ser mencionado. ¿Y atractiva?. Solo creo que hay que ver las muestras.

Pero lo mejor de todo... es que es ella.

(Publicado el 14/11/2007).

La vuelta de la noria.

Diversas señales indican una lenta pero imparable vuelta de la noria.
Como ya ocurrió hace muchos años, hay una corriente occidental, aún afortunadamente minoritaria, en contra de grupos de población "no nacionales". Por aquí llega con retraso porque la inmigración abundante es algo nuevo para nosotros. Así, el tópico de un país abierto, no racista, se desmorona cuando realmente recibimos suramericanos, africanos y europeos del este en un número importante. Lamentablemente, nuestros niños de catorce años no saben quien fue Hitler, Mussolini o Franco. Sólo oyen que marroquies, dominicanos, rumanos, etc., roban y pegan. Como no leen ni ven informativos ni documentales no pueden (ni quieren) contrastar datos. Cuando yo era niño la minoría gitana era tan pequeña que no resultaba amenazante, pero ahora el miedo crece lentamente en las sensaciones de los jóvenes (semillas plantadas por partes muy interesadas, que no reparan en consecuencias con tal de llegar al poder). Vuelven a sugir grupos de tendencias violentas (neonazis y paralelos y contrarios radicales) y esto me recuerda, ya digo que con hondo pesar, tiempos que creí, ingenuo de mi, superados.
Esa vanalización de contenidos, ese gusto por los espacios de sucesos en las televisiones, ese pánico a los libros en los niños de la era audiovisual - junto a padres que trabajan tanto que los alejan de ellos -, está llevando a posturas radicales en jóvenes que se pegan en los colegios por un teléfono móvil. Es simplificar mucho, pero el impulso super-consumista aleja a las nuevas generaciones de una historia y una cultura integradora y social y les lleva a posturas egocéntricas, en las que lo importante son ellos y sus consolas (de contenidos, en general, bélicos y violentos). Los resultados de todo esto (olvido, desconocimiento, miedo, egoísmo) puede llevar a las siguientes generaciones a puntos realmente peligrosos. Al mercado, a las multinacionales del ocio y la diversión, todo esto les importa poco y es mejor tener nuevos clientes que devoren productos que no ayuden a pensar, a compartir.
No nos debería extrañar que el futuro inmediato pueda estar plagado, de nuevo, de horrores, a menos que los adultos hagamos algo, y pronto, para cambiarlo.

(Publicado el 13/11/2007)

Felicidad

 


Fotografía propia.

Para ser lunes, me encuentro razonablemente bien. No me duele nada, no tengo ninguna preocupación agobiante, no hay un gran problema al acecho...
Ya son muchos años los vividos, ya he leído lo suficiente y pensado lo bastante como para saber que esto es lo más cerca que un ser humano normal (ni rico, ni muy afortunado) puede estar de la felicidad.
Aparte de mitos y películas al uso, tal como está el patio - tan mal como siempre, tampoco nos engañemos - , el ser humano es feliz (o debería serlo) en una situación en la que no pasa hambre, tiene un lugar para vivir a cubierto, un trabajo y un mínimo de objetos de entretenimiento. Lo demás es propaganda y humo. Nos venden automóviles, joyas, electrodomésticos, etc., que prometen hacernos feliz, pero en el fondo, con tal de reflexionar un poco, sabemos que no es verdad y que a la larga nos darán más problemas de los que nos solucionan.
Alguien se puede plantear que en los requisitos mínimos quizá sobre lo del entretenimiento, pero hasta los cuidadores de simios de los zoos saben que sin algo que distraiga a los animales más evolucionados caemos en depresiones enfermizas. Así con un neumático colgando de una cuerda, un buen libro, algo de música o, incluso, una pareja, todos estamos más cerca de la felicidad ansiada. Afín de cuentas este es el objetivo de los seres humanos, seamos conscientes de ello o no, y para eso se levanta uno a las seis de la mañana, cuando el astro rey se despereza lento entre algodones grises, cuando empiezan los repartos en los mercados, cuando comienzan los informativos en las radios... Para ello aguantamos atascos de tráfico infinitos, jefes autoritarios, kilométricas colas de espectáculos, relaciones tediosas, pagamos hipotecas a treinta años y soportamos niños aún perdidos en el aprendizaje adulto. El problema general es que lo que proporciona felicidad es, aparentemente, distinto para individuos distintos y, como autos eléctricos de las ferias, chocan nuestros intereses, con las heridas y daños colaterales conocidos.
Tomemos conciencia: quizá somos felices y no lo sabemos.

Hoy puede ser un gran día.

(Publicado el 12/11/2007).

Intrucciones para convertirse en un escritor de éxito (apéndice)

Ideas positivas o afortunadas (a utilizar)
- Arbeit macht Frei (el trabajo hace libres).
- Las mujeres, las razas no blancas y occidentales son inferiores.
- El consumísmo es bueno - y rentable -.
- Leer es aburrido y no te aporta nada.
- La felicidad solo existe en el Cielo (de la religiones occidentales).
- El capitalismo, la libre empresa y las ideas neoliberales son las únicas vías al bienestar.
- La violencia está justificada en ocasiones.
- Los buenos somos nosotros y los malos todos los demás.
- No están en lejanas montañas y desiertos remotos.
- Los ciudadanos son solo clientes.
- El cambio climático no existe y/o tiene poca importancia.
- Solo hay una forma de pensar correcta.
- El descanso y el ocio son fuentes de males.
- ¿A quién le importan unos cuantos delfines o linces de esos?.
- La democracia parlamentaria de derechas es la única forma admisible de gobierno.
- La publicidad es información que necesitamos.
- La ecología está equivocada y es cosa de vagos y asociales.
- Tienen armas de destrucción masiva.
- El único entretenimiento que existe y es veraz es la televisión (estatal).
- Las fronteras son naturales y divinas.
- El dinero da la felicidad y cualquier medio es lícito para conseguirlo.
- Solo es matrimonio lo que digan las iglesias y cuando ellas lo digan.
- Ocupate solo de ti. Olvidate de ONG's y zarandajas semejantes.
- El equilibrio geopolítico es lo más importante. Todo lo demás es secundario.
- Toda relación sexual no aprobada por las iglesias es una enfermedad y además es ilegal. Y da asquito.
- Los bancos y corporaciones velan por nuestros intereses.
- Construye como quieras. Derribar es fácil.
- La pobreza, la incultura y el hambre no existen. Son propaganda de nuestros enemigos.

(Publicado el 9/11/2007).

Intrucciones para convertirse en un escritor de éxito (III y final).

Hoy, en nuestro texto pedagógico para escritores con ambición, estudiaremos el argumento y los personajes.
La trama o argumento en nuestros relatos ha de ser lo más lineal y simple posible, para que la gente no se pierda con recovecos o historias secundarias. A ser posible todo ocurrirá en una misma época (cuanto más convulsa y sangrienta mejor, preferiblemente en guerras, catástrofes, etc.) y en un mismo lugar (que dará siempre tronío nuestro texto; se evitará así pueblecitos o ciudades pequeñas y se situará en importantes ciudades). Las historias que más interesan (al público y a los gobiernos) tienen que ver con el sexo y los sucesos y por ello nuestras historias tendrán abundantes secciones de estos temas. Se recomienda un revolcón cada tres páginas y un asesinato cada cinco, de media. Las descripciones serán breves y escuetas (el que quiera imágenes que vea la tele) y el dialogo abundante, aunque no profundo. Es importante recordar que nuestros escritos no han de transmitir más que una o dos ideas por obra para no abrumar ni cansar al lector, bastante agobiado ya en las sociedades modernas (estás ideas serán siempre politicamente correctas y aprobadas por las iglesias).
En cuanto a los personajes, se ha de tener en cuenta que los análisis psicológicos cansan y que las ambigüedades aburren. Así nuestros actores serán claros: o totalmente buenos o totalmente malos, sin espacio a la mediocridad ni a las medias tintas. Por supuesto, los atributos físicos irán en consonancia con el bando al que se sumen (los buenos guapos y fuertes, los malos feos y deformes o tullidos). Las estadísticas sobre los gustos de la gente nos convencen de que una serie sobre un investigador en silla de ruedas o un médico con cojera y bastón no tendrían ningún éxito. De la misma manera, las creencias más populares y antiguas serán caracterizadas en nuestros personajes: los niños serán inocentes y sencillos, las mujeres sumisas y obedientes, los franceses libidinosos y astutos, los musulmanes malos y pérfidos, los inmigrantes criminales, etc. Se mantendrá la supremacía del varón en nuestras historias y los personajes femeninos serán secundarios o enemigos. Las descripciones físicas se centraran en las partes más sexuales y divertidas, evitando inútiles intentos de estudios psicológicos. De esta manera se escribirá: "sus grandes pechos la hacían muy atractiva a todos los hombres" y no "su frente y sus ojos sugerían reflexión e inteligencia".
Creo que con estás tres lecciones el futuro escritor encontrará unas buenas pautas para forrarse como es debido y ser líder en ventas en galerías y supermercados, sin complicarse la vida con críticas a los gobiernos y sin involucrarse en una realidad adversa. Siguiendo estos consejos, el éxito y la victoria en concursos millonarios están asegurados.

(Publicado el 9/11/2007).

Instrucciones para convertirse en un escritor de éxito (II)

Como vimos en el capitulo anterior, las palabras dan o quitan relevancia al texto. Hoy lo probaremos con otro de los términos del ejemplo.

Piedra. Las piedras no nos dicen nada. Una piedra en el camino - rancheras aparte- no supone obstáculo, aunque tropecemos varias veces, como es humano, con ella. Una buena roca, una peña (incluso un peñón - Gibraltar español -), sí que nos hablan de cosas interesantes. Verdad es que una piedra en el zapato puede ocasionar una molestia considerable y una cojera evidente, pero no podemos utilizar vocablos tan pobres si queremos conseguir la admiración de la crítica y el dinero de los compradores. Siendo la piedra preciosa se gana algo de valor y se pueden escribir historias policíacas, haciéndolas objeto de arriesgados robos, o románticas, si las ponemos en un anillo de pedida. Mas una piedra simple al lado de un lago, por poner una ilustración, que reciba por las mañanas el sol anaranjado del amanecer, después de la humedad gris del agua, el color dorado del mediodía y los tonos plateados de la tarde, soporte y pedestal de las libélulas verdes y protección de batracios, por mucho que la veamos como símbolo de la soledad, del valor de lo insignificante en el Universo y de la belleza de lo pequeño, no llega a ser sujeto de ningún texto digno de ser leído. Si la piedra es lunar y vino de nuestro satélite, gana en brillo de ficción y puede ser el motor de un buen cuento sobre geología extraterrestre, apasionante relato. Es evidente que aunque usemos sinónimos como guijarro, con ecos de piedra pequeña mexicana de la zona de Guadalajara, o china, más oriental y sugiriendo porcelana y jarrones, no avanzaremos mucho y nuestro escrito seguirá siendo despreciable. Amontonándolas o construyendo con varias de ellas, las piedras cobran importancia y se subliman en castillos o palacios. Nada de cuevas o chabolas, que a nadie interesan por mucho que rodeen el perímetro de los países ricos y poderosos y sean el desván de los olvidados y perdedores, en esta carrera loca e imposible por la fama y la riqueza. Está claro que los protagonistas de nuestras historias han de ser príncipes y potentados del petróleo y no mendigos y navegantes perdidos en busca del paraíso europeo. Esta evidente relación, entre el aspecto y el tamaño de los objetos que mencionamos con el éxito de nuestra publicación, se remarca al pensar que una piedra de mechero, por mucho que pueda ser productora de un gigantesco y devastador incendio californiano, no es comparable a las magníficas y admirables rocas donde se esculpieron las caras de los presidentes de ese país que es símbolo y adalid de la libertad y los derechos humanos en el mundo entero y conocido. Amén.

(Publicado el 7/11/2007).

Instrucciones para convertirse en un escritor de éxito.

Para escribir de forma que se gane mucho dinero y se consiga la admiración del público (en especial la de bellas señoritas de abundante pecho y largas piernas o la de hombres fuertes de espaldas musculosas y rostro apolineo), se han de seguir una serie mínima de normas. Entre ellas destaca el huir de palabras feas y aburridas, sin profundidad ni interés como casa, perro, mujer, piedra. En su lugar se han de utilizar mansión, fortaleza, fiera, cancerbero, dama, condesa, roca y peña. ¿Por qué?. Porque aquellas palabras vulgares no son generadoras de ideas y no sugieren historias, imágenes o reflexiones. Analicemos su pobre significado y notemos como no pueden estimular nuestra imaginación.

Casa. ¿Qué concepto hay más simple que este?. Todos sabemos que es el lugar donde vivimos, hemos vivido o nos gustaría vivir. Aquel sitio, de nuestra infancia, que olía a lejía y a cocido los sábados, a donde volvíamos después de los juegos o las riñas con los amigos y compañeros de colegio; donde nuestra madre nos esperaba con la merienda rica (bocadillos calientes de mantequilla con azucar, chorizo picante de pueblo o paté de lata Mina) o el castigo temible (disparos subsonicos de calzado para estar por casa, abierto por detras y sin tacón); donde nuestra hermana pequeña llorona o nuestro torturador hermano mayor aguardaban a nuestro regreso. Esa casa obscura de estrechos pasillos, más allá de la última colina del pueblo, enmarcada por un peral y un manzano, en la que la madera se quejaba apenas bajo los pisotones de nuestros zapatos de duras suelas, cuando por la mañana entrabamos corriendo por galletas, y que, por la noche, aullaba como un lobo herido y gemía como un espectro en pena al rozarla con nuestros calcetines suaves, cuando bajábamos por un vaso de agua. Esa casa donde una mujer, con dulces promesas de amor, nos llama como una sirena fatal para perdernos entre el mar profundo y cálido de sus brazos y sus pechos. La misma casa que fue de nuestros padres y que es parte de una herencia ansiada que nuestra conciencia, mordiéndonos con remordimientos mordaces, nos impide disfrutar y que acabamos malvendiendo a una familia coreana, propietaria del restaurante chino de la esquina (donde, por cierto, los rollitos de primavera son geniales. Sin demasiada grasa, con una corteza dorada y crujiente y rellenos de una suave y casi dulce mezcla de vegetales y carnes especiadas). Ese lugar, destino de nuestro descanso, donde todo ha sido puesto y ordenado por nosotros y que forma parte de nuestro mundo privado y personal, cárcel y paraíso al tiempo, refugio ante las adversidades físicas y psicológicas, donde huimos cuando nos perdemos en el día a día y nos escondemos de las amantes insistentes, los jefes pertinaces, los vecinos que incordian. La casa que puede ser hogar, o no, para gente que puede formar una familia, o no (algunas veces tu hogar y tu familia no están y no viven bajo tu techo).

(Publicado el 6/11/2007).

Como una cabra en un garaje.

 
 
Más perdidos que una cabra en un garaje andamos los que hoy tenemos que trabajar. Aún así, una pequeña reflexión quizá no venga mal: ¿por qué los seres humanos, en su mayoría, se pasan la mayor parte de la vida haciendo algo que no quieren hacer?. Sé que el artísta apasionado, el ejecutivo inmerso en los negocios, el deportista profesional (y similares) disfrutarán mucho con su trabajo, pero el resto de los mortales soportamos como podemos esto del "ganarás el pan con el sudor de tu frente".
 
Generalmente los que mandan, han encontrado docenas de motivos para ello (incluso bíblicas), aunque, en realidad, estas justificaciones solo les convencen a ellos mismos y no a los que nos llevamos la "parte dura" del asunto. Debe ser maravilloso llegar a tu despacho, recostarte en tu mullido sillón, vistas al Paseo de la Castellana, con un café caliente esperándote y una atractiva secretraria dispuesta a seguir tus indicaciones, pero para el que prepara cemento en una obra, a 1 grado sobre cero, bajo la lluvia; para el que se levanta a las cuatro para sudar la gota gorda delante de un horno de pan, no es ni parecido. De nuevo, los que tienen la sartén por el mango argumentarían que ellos se lo ganaron con su esfuerzo y estudios, pero sabemos, no lo nieguen, que ser hijo de un papá con dinero, tener un físico tipo Sharon Stone, un carnet de partido, etc., ayuda mucho. Además aunque haya "inocentes", un "grano no hace granero" y es sabido cuanta explotación y abuso se esconden detrás de muchas fortunas. Incluso, aunque los métodos sean legales, no siempre son morales y/o justos (vease banca española actual o sociedad general de autores).

Por todo ello, en un día de puente como esté, cuando los que estamos en el tajo soportamos el chaparron de los que piensan "aprovechando la fiesta voy a ver como va lo mío", lo mejor es no desanimarse... demasiado y pensar que mañana es sábado.
Y ya se sabe, "sábado, sabadete...".

(Publicado el 2/11/2007).

No estabas.

 
 
No estabas.

Me di la vuelta y no estabas,
en la oscuridad,
busque tus manos
pero no estabas.
Quizá por no saber lo que querías,
por no saber lo que yo quería
no estabas.
Porque teníamos las cosas
que buscamos
no nos teníamos
y noche tras noche,
no estabas.
Y ahora es tarde
y todo lo perdimos,
por querer más aquellas cosas
no nos teníamos.
Y te busqué
y no estabas.
Por lo accesorio,
olvidamos lo principal.
Y no estabas.
Esos momentos
quedaron en promesas
mojadas
y fueron nada.
Fueron ruinas,
tus brazos,
la casa,
el gato que maullaba.
Y no estabas.
Ahora es recuerdo
y sueño de lo que pudo ser
reproches perdidos
y agua de borrajas.
Pero en el silencio de la noche,
en la soledad de la madrugada
te busqué
y no estabas.

(Publicado el 31/10/2007).

Vivaldi.

 

El Tañedor de Laud. Caravaggio.

Concierto en Re mayor para 2 violines, laúd y continuo, RV 93: II Largo de Vivaldi.

Una movimiento de los que hacen afición por la música clásica. Tema muy conocido, en la versión de Il Giardino Armonico, se transforma en un alarde de virtuosismo y delicadeza. Lejos de las archiconocidas Cuatro Estaciones, este concierto y este movimiento en concreto nos habla de lo íntimo, de lo sentido, de lo interior. Sin olvidar, claro, ese sabor del más clásico barroco italiano, es una obra, a mi entender, totalmente actual y lo suficientemente intemporal para que haya sido base para películas, anuncios y documentales. Así, nada más oírlo, aunque sea la primera vez, tendremos la impresión de volver a una melodía familiar y cercana. Imprescindible para acercarse al maestro italiano en sus formas más evocadoras.

Con las obras para laúd y mandolina, más el resto para violín, (he asistido a un concierto donde se utilizaban bandurrias) suponemos la gran habilidad de los músicos (y músicas) para los que el cura pelirrojo y veneciano componía.
Dice la leyenda que Antonio Vivaldi no daba misas alegando una enfermedad para ir, secretamente, a componer y dirigir música (sobre todo con su orquesta de huerfanitas). Con obras así creo que está justificado... hasta en el Cielo.

(Publicado el 30/10/2007).

La poesía es un arma cargada de futuro.

 
 
Obra: Poesía industrial. Autor: Carlos Albalá.

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades. Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo. Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo. Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho. Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros. Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho. No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos. Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya.

(Publicado el 26/10/2007).

Valentía insólita.

Me parece bastante sorprendente la valentía insólita que determinadas personas expresan delante de las cámaras de televisión.
Esto viene a cuento por algunas declaraciones referidas al joven que presenció, en el mismo vagón, la agresión a la chica ecuatoriana hace unos días en Cataluña. Entre esas voces estaba la de la propia presidenta de la Comunidad de Madrid. Según ella era increíble que el testigo no ayudara a la joven. Cualquiera que viese el episodio - y más sabiendo que el referido chaval es argentino- y reflexionando un poco se hubiera percatado de que su actitud era irreprochable. En un vagón casi vacío, en la noche, sin sus guardaespaldas, Esperanza Aguirre tampoco hubiese hecho nada por un lógico sentido de supervivencia. Un agresor descontrolado, que sin provocación previa se lía a patadas con una persona, seguramente no va a tener problemas en agredir también a cualquiera que se lo recrimine. La poca edad del testigo y su procedencia suramericana le hubieran hecho -casi con seguridad- nueva víctima del inconsciente bárbaro. Y el instinto de supervivencia es fuerte. La Sra. Aguirre decía que era la misma pasividad de la gente en tiempos del nazismo, comentario totalmente fuera de lugar, en una comparación imposible y que pertenece más a una realidad de novela rosa de aventuras (llena de caballeros todopoderosos y quijotes sin cuento) que a la cruda realidad del día a día. Una oposición en un momento así, hacia un individuo que puede estar armado y que actúa como un loco hubiese sido realmente una temeridad para cualquiera que no fuese el primo fuerte de Rambo. También reprochaba algún medio de comunicación que el testigo no se acercará en seguida a ayudar o consolar a la víctima. Y vuelve a ser una falta de perspectiva. Una persona desconocida que acaba de ser atacada por un joven puede tener una reacción totalmente negativa ante otro que se acerque segundos después a ella. El argentino, con buen criterio, le indica, un momento después, que una cámara lo puede haber estado grabando todo, tal como sucedió. Ese aviso, sobre la cámara, esencial en este hecho -por cuyas imágenes se ha desencadenado todo el revuelo mediático y político- fue determinante como luego se vería.
Creo que todos debemos meditar un poco antes de emitir fáciles juicios ante la forma de actuar de una persona. Intentemos ponernos en su situación, ver objetivamente las circunstancias y no emitir discursos de cara a la galería.

Es muy fácil ser osado cuando no se estaba allí y el peligro es imaginario.

Texto enviado como carta al director a El País.

(Publicado el 26/10/2007).

El Apocalipsis... ahora.

Por una rara afición norteamericana, casi cada año, sufrimos con una nueva amenaza de cataclismo mundial. Ahora -en estos días en concreto- es el cambio climático (que dios me libre de poner en duda y que es realmente preocupante), pero antes fue el terrorismo, cometas errantes, ataques informáticos masivos, el SIDA, la escasez del petróleo, el ébola, la capa de ozono, los peligros del tabaco, la amenaza comunista, el sexo salvaje y etc, etc...
Se sabe que el que "te mete el miedo en el cuerpo" es el que controla el cotarro... sobre todo si luego aparece como salvador del peligro inmenso.
Es como vivir en una edad media interminable donde no acecha el maligno o demonio... si no todo lo demás. Está claro que los primeros beneficiados son los medios de comunicación que tienen algo nuevo que vender, sobre lo que escribir o filmar. Después los gobiernos que, administrando bien los temas, llevan la atención publica hacia donde conviene. Sacan tajada los guionistas, actores, directores, etc. de la industria (inmensa) del entretenimiento, los que venden artículos relacionados con estas películas... En fin, las ganancias de la buena explotación de nuestros temores son enormes.
Está claro que el mercado manda y nosotros, sufridores, pagamos.
Desde este punto de vista, cuando descubrimos una de esas tribus perdidas en el océano inmenso y verde del Amazonas decimos aquello de "dichoso aquel...".
Una de las raras ocasiones donde la ignorancia es un alivio.

Jesucristo aconsejó con acierto: "no tengáis miedo".

(Publicado el 25/10/2007)

Bajo el sol de la Toscana.



Fotograma de la película.

Caminando sobre el filo de lo cursi, plagada de tópicos al uso de "Vacaciones en Roma", aunque sin caer en ello, esta película de Audrey Wells, autora también de La verdad sobre perros y gatos, consigue entrar, por los pelos, en el genero que yo llamaría de "películas norteamericanas al gusto europeo". Otros films en esta linea, más o menos próximos, son "Entre copas", "Lost in translation" o las mas lejanas "Gran Cañón" y "Una habitación con vistas".

Bellos paisajes, buena fotografía y cierto mensaje, junto con el carisma y la belleza de Diane Lane y algun buen personaje, es la mezcla que consigue salvar esta comedia romántica de los estereotipos más ñoños a los que Hollywood nos tiene acostumbrados. La historia, que no tiene nada que ver con el libro del mismo título -gran éxito en su momento-, aunque se inspira en él, nos acerca a unos personajes atractivos y casi reales.
Hay que reconocer sus estupendos hallazgos (los albañiles, la amiga de Fellini...) y algunas escenas memorables, aunque, para mi, no llega a ser una cinta tan redonda como cualquiera de las tres que cité al principio.

A años luz de "Belleza robada", localizada también en aquella bella región, que la supera en intimidad, complejidad, belleza y dirección de actores, si que nos trae algo de esa pasión por Italia, el mediterraneo y el ambiente sureuropeo.

Para pasar una tarde sin complicaciones.

(Publicado el 22/10/2007).


miércoles, 13 de marzo de 2013

Malena

 
 
Como todas las buenas películas, Malena tiene varias lecturas. La que yo prefiero habla de esa mujer que representa la belleza inalcanzable, el sueño que nos hace vivir y el objetivo de nuestros más íntimos deseos. Encontramos también la parábola del poder destructor de la mentira, la difamación y la envidia, el ejemplo del pueblo, muy abundante por nuestras tierras, donde el aburrimiento general se transforma en daño a las personas.
Tal como está ahora de moda, “del director de” Cinema Paradiso, Giuseppe Tornatore, aunque no llega a su hondura o ternura, Malena, nos habla, como aquella, de la infancia y de los motores de nuestra vida (el cine, una mujer...) y como nuestros recuerdos primeros nos marcan para siempre y para bien o para mal.
Con el trasfondo de la Italia fascista, encontramos leves pinceladas del costumbrismo italiano (Amarcord y sus personajes esperpénticos) de los nuevos tiempos y de la postura sexual de muchos pueblos latinos en los que la mujer fue y sigue siendo, en demasiados casos, un objeto propiedad del macho dominante.
La fotografía, con bellos exteriores en Italia y Marruecos, es atractiva y cuidada y tiene, en ocasiones, ese matiz “como sepia” que conviene a la historia.
Imprescindible para los seguidores de esa mujer hermosa que es Monica Bellucci, creo que se queda en una especie de secuela menor de esa obra maestra que es Cinema Paradiso. Ni siquiera la música de Ennio Morricone, con lo buena que es, está a la altura de la que hizo para aquella. Así, con todo, creo que merece la pena verla.

(Publicado el 18/09/2007).

Día de septiembre



Día de enero.

Te conocí un día de enero,
con la luna en mi nariz
y como ví que eras sincero
en tus ojos me perdí.
Que torpe distracción
y que dulce sensación.
Y ahora que andamos por el mundo
como Eneas y Benitin
ya te encontré varios rasguños
que te hicieron por ahí,
pero mi loco amor
es tu mejor doctor.
Voy a curarte el alma en duelo
voy a dejarte como nuevo
y todo va a pasar
pronto verás el sol brillar.
Tú más que nadie mereces ser feliz.
Ya vas a ver como van sanando
poco a poco tus heridas
ya vas a ver como va
la misma vida a decantar la sal que sobra del mar.
Y aunque hayas sido un extranjero
hasta en tu propio país
si yo te digo ¿cómo dices tu?
tu aún dices ¿qué decís?
y lloras de emoción oyendo un bandoneón
y aunque parezcas despistado con ese caminar pausado
conozco la razón que hace doler tu corazón
por eso quise hacerte esta canción.
Ya vas a ver como van sanando
poco a poco tus heridas
ya vas a ver como va
la misma vida a decantar la sal que sobra del mar.

Shakira.

(Publicado el 17/09/2007).

Flores


Mi casa ha sido tomada por las flores

A Violeta, Malva y Diego

Pasa poco, pero pasa, compadre,
es difícil de ligar,
y a ese güije que lo inventa, comadre,
lo debieran diputar.
Te despiertan los aromas perdidos,
los que olvida la ciudad,
y de pronto ves tu hogar invadido
por la luminosidad.
Mi casa ha sido tomada por las flores,
traigan copas, traigan vasos
al derrame de colores.
Mi casa ha sido tomada por las flores,
vengan almas, y retazos:
voy a repartir canciones.
Flores fulgurantes y discretas,
timoratas y coquetas,
inmutables y sin paz.
Flores que rebosan las ventanas,
que se vierten y encaraman
sobre toda la ciudad.
Pero mi casa ha sido tomada por las flores,
traigan copas, traigan vasos
al derrame de colores.
Mi casa ha sido tomada por las flores,
vengan almas, y retazos:
voy a repartir canciones.

23 de marzo, 2003


(publicado el 4/09/2007).

En tres metros por tres



Siendo la hora que es y sin haber pegado un ojo, en estos tres metros por tres que son todo mi mundo, echo de menos esa cafetería de neones muy blancos de un hotel cualquiera... Mi reino por un café y una sonrisa comprensiva, cómplice y femenina tras las barra del local. Sí, sé que soy muy peliculero y que vivo y sueño escenas de films de mi memoria... como si me interpretara a mi mismo. Pero, como niños, imitamos al cine... que imita a la vida. De niños como pistoleros desalmados, héroes del espacio... de adultos como Clint Eastwood esperando bajo la lluvia a que ella baje de la furgoneta, como Bogart despidiendo a nuestro amor en el aeropuerto, porque queremos que sea feliz, a pesar de nuestro dolor interior...
De nuevo ante el vaso de whiskey japonés y bajo la canción de esa cantante pelirroja...
En la celda cuidando los pájaros que son todo tu mundo...
Nadando de piscina en piscina, para llegar a casa...
Sentado en un banco, junto a Diane Keaton, y mirando ese hermoso puente neoyorkino...
Justo como una serie, que no tuvo éxito aqui en España, pero con la que me identificaba hasta el túetano: "Sigue soñando" ("Dream On"), cuyo protagonista, criado a los pechos del TV, identificaba cada momento y cada frase, de su vida,con una película.
Ciertamente uno es más Woody Allen que Bruce Willis y se siente totalmente identificado con aquello que, más o menos, dice en una cinta el primero: "No era capaz de odiarla... era demasiado guapa".
Aunque mi frase favorita es, sin lugar a dudas, la de Mae West: "Cuando soy buena, soy buena. Cuando soy mala, soy mucho mejor".

"Que todo en la vida es cine... y los sueños, cine son". L. E. Aute.



(Publicado el 29/08/2007).

Reflejos.

Tengo un vecino que vive solo. Por lo que cuenta, que vaya usted a saber, se caso con una mujer suramericana que en cuanto pilló dinero "si te he visto, no me acuerdo". De vez en cuando se acerca por aquí y, por que no coma siempre solo, le hacemos un sitio en nuestra mesa. Le gusta mucho el cine y la música y hablamos habitualmente de esa película que nos gustó o de ese grupo que marcó tendencias en el pop mundial.
Uno le mira y adivina esa resignación dolorosa del engañado. Porque no habla de ello. Enamorado, aún no se atreve (o no puede) a hablar de ella. Al principio nos contaba que su mujer había ido a ver a una amiga y, cuando pasaban los días, deducíamos que esa pareja no iba bien. Sentía lástima por él. Parece un buen hombre al que se la han dado con queso y su vagar por la casa vacía, buscando el sentido perdido de su propia vida, el error cometido, la inocencia perdida es un espectáculo lamentable.
Le vi sentado en el jardín leyendo una revista de cine y supe lo solo que se sentía. Justo en ese momento caí en la cuenta de cuanto nos parecíamos. Los dos acabamos de separarnos de nuestras parejas y vivimos, de alguna manera, solos. Curiosamente, no era capaz de ver mi propio reflejo en el espejo y mi compasión me impedía ver mi propia imagen.
Supongo que es algún tipo de mecanismo de auto-defensa el que nos lleva a pensar "yo no estoy tan mal". Aunque muy dentro sabemos no es cierto y que nosotros estamos viviendo, con diferencias menores, un reflejo de aquella misma vida que observamos con indiferencia de entomólogo.

A veces uno mira sin ver.

(Publicado el 15/08/2007).

El síndrome del papá o del Papa.

Creo firmemente que existe un síndrome, padecido por muchas personas, que si no se ha descubierto, debe estar apunto de pasar a las listas de la psicología-psiquiatría: el síndrome del papá o del papa. Todavía no tengo muy claro si son personas que se creen el Santo Padre (y nunca mejor dicho) o es una afección de los papas que se creen los papás de toda la Humanidad.
Los síntomas son siempre los mismos: creer que se tiene siempre la razón (con lo cual, los demás están siempre equivocados - ¿existe algo más enfermizo?- ) e intentar, por todos los medios – lícitos e ilícitos – que el resto de las personas vayan por el camino que creen, estos enfermos, correcto.
Peligrosa enfermedad que sufre una gran parte de la población mundial y cuyas consecuencias padecemos todos en forma de guerras, leyes, encíclicas y normas.
Y es que como decía René Descartes: “No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente”.
Son realmente cargantes y molestas esas gentes que dicen poseer, en el colmo de la ingenuidad, la verdad y la forma de vida correcta. Cuando no tienen poder, se limitan a aburrir a las cabras argumentado cualquier idea, por disparatada que pueda ser, que se les ocurre. Lo malo es cuando tienen poder y crean el partido nazi o invaden un país o inician una guerra...
Nada tiene que ver con ideologías de izquierdas o derechas (aunque suelen pesar más las de estas últimas por aquello de la “inspiración divina”) y surgen con el comienzo de las primeras agrupaciones humanas, donde ya los chamanes, jefes y hechiceros hacían de las suyas.
Enormes escuelas de pensamiento e ideología surgen de las personas afectadas de este síndrome y sus opiniones han creado océanos de tinta impresa.
Sin sospecharlo todos nosotros podemos caer en esta peligrosa enfermedad y asesinar a nuestra pareja, vecino o conocido porque uno tiene razones para ello. Incluso se está manifestando en sucesos como los accidentes de tráfico o al cambiar el canal de televisión.
Todos tenemos un amigo, un familiar aquejado de este síndrome y con el que es imposible hablar, como no sea para darles algo, que por derecho y/o inteligencia les pertenece desde que nacieron: la razón. Ya sea hablando de fútbol, política o la cría de la polilla surafricana... ellos saben el porque, el como y el cuando y tú, ignorante pupilo, has de recibir la revelación del maestro.
Como su propio nombre indica, esta patología es muy abundante entre padres y progenitores, que solo por el hecho de serlo, ya están bendecidos por la verdad divina. Si además tienen los años suficientes (más de 20) pasan a la categoría de infalibles. Aún, incluso, pueden alcanzar una categoría superior: ser jefes o dueños de la empresa. Con esta, la esencia misma del Universo les debe su existencia. Se puede saber que clase han conseguido contando el número de veces que, por hora, dicen: “porque lo digo yo”.
Mención aparte merecen los profesores y la categoría sagrada de los catedráticos, que no solo (no solo, si no también) son expertos e infalibles en su área de conocimiento, si no en cualquier saber que en el mundo ha sido, es y será. Para siempre. Amén.
Para no caer yo mismo en las garras astutas del síndrome del papá o del papa, he de decir que sobre este tema (o cualquier otro) puedo estar totalmente equivocado. Y lo mejor es que no pasa nada.
 
(Publicado el 16/07/2007).

¿No es maravilloso?

 
Fógrafía: Jastrow 
 
Sí, lo es...
 
Por muy difícil que sea de creer, dados los tiempos que corren, hay unos momentos mágicos y sublimes en la vida de los seres humanos.
En estos instantes, dos seres individuales y, por lo demás, básicamente únicos y egoístas, bajan las barreras acostumbradas, se quitan las máscaras, olvidan el presente cotidiano y la rutina de los días y se convierten en personas dependientes, amables, cercanas y amantes. Se comparte lo mas importante que se tiene: el propio ser. El hombre (y la mujer) dejan de ser lobos para el hombre (y la mujer) y descubren, generalmente fascinados, que existe un tú, que, lógicamente, es igual que el yo. Todo es ternura y cuidado del otro y, sorprendentemente, descuido y olvido de uno mismo. Es lo que llamamos Amor, con mayúscula sí, y corrientemente, hacer el amor.
Está claro que este amor no es el habitual (es raro como las perlas negras) y se da, realmente, quizá, una vez de cada cien. Las ocasiones restantes siguen la práctica más habitual de los humanos: dos personas buscando satisfacer sus propios intereses y utilizando al otro (otra) como filón, esclavo o medio para conseguir lo que se busca, ya sea placer, poder, dinero, etc.
Le llamo Amor porque me parece la expresión máxima del mismo. Uno puede dejar su coche, su casa... pero dejar su propio cuerpo es otro cantar. Abandonar el control y ceder a los impulsos, con todo el cuerpo y la mente, del otro es algo que no todo el mundo comprende ni admite. Esa genial intimidad es un acto máximo de generosidad y apertura que han censurado los gobiernos y las iglesias desde los inicios de los tiempos. No hay nada más difícil de controlar y manipular que la felicidad y el goce. Por ello a unos les parece inmoral y a otros pecado. En muchos de nosotros hay hacia el sexo (amor es sinónimo en los mejores casos), un sentimiento de vergüenza, de culpabilidad, de rechazo que, si examinamos a fondo, no viene verdaderamente de nosotros si no que se nos ha inoculado arteramente desde instituciones muy interesadas. Hoy día, aunque aparentemente la sociedad occidental es más permisiva (porque sí, hay gente que da y espera permiso en este tema, por mucho que me cueste entenderlo), en la práctica se rechaza, prohíbe y estigmatiza cualquier intento de amor libre y desenfadado. Se maldice la relación sin contratos o contraprestaciones y se insulta y rechaza al hombre o la mujer que quieren gozar de sus cuerpos y almas sin control ni medida.
Pero volviendo a lo mejor del asunto, aún me sigue maravillando como el macho fuerte, dominante y bruto puede volverse suave, permisivo y cariñoso y como la hembra astuta, manipuladora y distante se convierte en la amante, tierna y cercana. Milagroso encuentro de dos cuerpos, de millones de células de individuos diferentes que se descubren mutuamente y que abren un hueco es sus mentes para que entre la mente del otro.
Han pasado muchas cosas y se ha conseguido manipular los gustos, los cuerpos y las mentes. Se han impuesto tallas, técnicas, marcas y modelos. Se ha conseguido prohibir hábitos, consumos y costumbres enraizadas y ancestrales. Pero por más persecuciones orquestadas, por más amenazas con infiernos ardientes, por más enfermedades horribles... nos seguimos amando y haciendo el amor. Incluso, en raras ocasiones, de una forma autentica y total. Y esos momentos son, auténticamente, eternos.
 
(Publicado el 16/07/2007).