lunes, 10 de marzo de 2014

Kubrick o el cine como Arte

Algunos (muchos) consideramos que el cine de Stanley Kubrick es Arte, así con mayúscula y habrá también quien se pregunte porque. La explicación viene supeditada por lo que se entienda como Arte o artístico lógicamente (tema de discusión infinita y abierto debate eterno), pero, para mi, su cine tiene unas característica concretas que lo elevan por encima del llamado “cine de entretenimiento” o de pasar el rato.
Por una parte, dada la minuciosidad, la precisión del director, nada en sus películas es casual o aleatorio. De la misma manera que cada pincelada en un cuadro tiene su sitio y valor, cada objeto, cada luz, cada música, cada persona, cada lugar, cada color, cada vestuario, peinado, maquillaje, palabra, etc. tienen su sentido, su motivo en las películas de Kubrick. Es bien conocida su búsqueda del detalle, la repetición de escenas durante el rodaje, la elección de los gestos de los actores… Esta forma de crear ya nos habla de un trabajo intenso, una dedicación profunda y concentrada, un plan estratégico digno de un buen jugador de ajedrez como era Kubrick. Como en muchas otras grandes cintas de la historia del cine, la luz en un momento dado da un significado a la escena, la posición de los actores, las palabras o acciones que articulan y ejecutan, la música que escuchamos, el lugar donde transcurre la acción, el momento en el que sucede… pero además en una escena de una película de Stanley Kubrick tiene importancia TODO lo que el espectador ve y oye. Cada objeto, cada color, cada palabra que se pueda leer, cada gesto tiene un significado, nada es casual. Igual que un buen escritor valora cada palabra, su posición en la frase, su sonido, sus valores evidentes y escondidos, Kubrick crea universos en cada secuencia para lograr su discurso cinematográfico.
Además hay que señalar la complejidad, las múltiples lecturas de sus films, los juegos de significados, el simbolismo, las referencias casi enciclopédicas. Uno puede ver otras películas y terminar tranquilo sabiendo que la película habla de A (en compañía de B, C…) que se mueven en varios escenarios con un significado X y a veces Y. Pero la profundidad, la intensidad de las películas de este director nos llevan a no terminar de entender totalmente el mensaje o a encontrar bastantes, con poco que se estudie e investigue. Estos difíciles puzzles (que se complican de película en película) llaman a las múltiples interpretaciones, a las búsquedas de claves, a teorías explicativas más o menos fundamentadas. De esta manera encontramos teorías superficiales, profundas e incluso falsamente conspirativas sobre su cine y sus intenciones, sus motivaciones y problemas. Incluso sobre su propia vida como persona, más allá de su trabajo como director.
Pero igual que el Arte superior, sus cintas pueden verse sin tener ni idea de nada de esto, sin tener conocimientos sobre el cine ni sus complejidades, sin profundizar en significados más o menos ocultos y se hace atractivo, entretenido. Así, cintas como “¿Telefono rojo…”, “Espartaco” o incluso “Eyes wide shut” se pueden ver rozando solo la superficie del argumento y parecer amenas. Uno mira Las Meninas y puede decir: bonita escena de unas niñas en una habitación con un pintor. No hay que saber más para que a uno le guste lo que ve. Pero esa aparente simplicidad, como sabemos, viene de un profundo estudio y conocimiento de las formas, los significados, la geometría, la física, los símbolos… En las películas de Stanley Kubrick encontramos lo mismo: esa simplicidad “bonita” de las grandes obras que las hacen populares. Es el valor del Arte importante, cercano a estudiosos o no, sencillo y complejo a la vez.
Para terminar, solo apuntar toda la herencia visual que contienen las cintas de Stanley Kubrick que son mejor explicadas por los grandes conocedores de la historia del cine y de la que encontramos datos en los abundantes estudios de cada film (entre otros, es muy señalado como usa la perspectiva frontal geométrica).

Todo ello, sin olvidar los conocimientos técnicos que usó e investigó, sus creaciones o innovaciones (un ejemplo sería el uso de lentes especiales para iluminar solo con luz de vela en “Barry Lyndon”) nos lleva a decir que sí, que el cine de Kubrick está por encima, es superior al habitual, sobresale de las miles de películas y se levanta, en conjunto, como una serie de auténticas obras de Arte.

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