domingo, 9 de marzo de 2014

No somos nada

Esta frase, no somos nada, es de las del repertorio español para dar el pésame. Y con otras similares (era tan joven, se fue en un suspiro, ha sido una tragedia, se van siempre los mejores... ) intentamos aliviar, como podemos, el dolor de la perdida que sufre el otro... y nuestro pánico ante la muerte.
Pero esta, en concreto, da por sentado el poco valor que tenemos ante lo efímero de la vida y la potencia absoluta de la Dama de Negro con guadaña (los españoles siempre la personificamos en mujer, somos machistas hasta la nausea). Después de pensarlo mucho, y dentro del "mal de muchos, consuelo de tontos", creo sinceramente que es lo más oportuno. Sí, lo mejor es que palmemos, fallezcamos, estiremos la pata, diñemos, muramos o desaparezcamos, como se quiera decir (¡qué idioma más rico tenemos!). Por una parte porque nuestro planeta, el único hogar que, de momento, tenemos que compartir forzosamente, tiene una capacidad limitada y por otra, quizá la que más nos atañe directamente, porque nuestro cuerpo se deteriora con el paso del tiempo, lease arrugas, canas, fallos renales, vista cansada, infartos de miocardio y otras lindezas semejantes.
Hemos de tener en cuenta, por otra parte, que vivir eternamente podría ser, "inmortalmente" aburrido, ya que, con todo el tiempo del mundo, podríamos hacerlo todo y cansarnos de todo también. No valorariamos en absoluto el tiempo que nos toca vivir y sería muy facil dejar lo que no nos gusta para mañana, para el mes que viene, para el año que viene o para el siglo que viene; tanto daría. Para colmo de males, las desgracias pesarian más porque podrían ser eternas, ya que si vivimos para siempre, nuestro vecino insufrible, nuestra pareja maltratadora, nuestro compañero de trabajo idiota y pedante, también. Pánico me da pensar en madrugones para ir a trabajar por los siglos de los siglos, secuelas infinitas de Rocky u Operación Triunfo temporada 2.427.857. Sé que hay quien pensará que ver continuamente bellos amaneceres, tener muchísimo tiempo para leer, ver trillones de películas, amar y ser amado por eones puede ser maravilloso. Nada de eso. El ser humano tiende a bostezar ante la falta de novedades y una vida eterna nos convertiría en hipopótamos bostezantes y aburridos.
Pero volviendo al título, sí que somos algo. Algo grande y bello que trasciende a esta envoltura física y a nuestro margen temporal. Si además, como Shakespeare, Ramón y Cajal, Einstein o Van Gog dejamos una amplia huella, ¿no somos eternos de alguna manera?.

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