Fabiola, afortunadas las habas que plantaste porque tocaron tus manos. Dichoso lo que creas porque sale de tu pensamiento y tu vientre. Porque todo lo haces bello y amado. Y así, cuando sonríes, tus ideas son cantos a la imaginación que admiro, gestos de cariño que repartes, como una diosa bondadosa, entre los que gozamos a tu lado. Tu nombre dice que vienes de los antiguos Fabios y tu porte perfecto, de hermosa matrona romana, lo confirma, Fabiola. Te extraño.
Eres un maravilloso poeta, escritor y hombre, eres mi luz, mi cielo, mi arco iris perdido, mi todo... Te amo
ResponderEliminarGracias, mi amor.
ResponderEliminar