sábado, 6 de abril de 2013

A prueba de bomba.

Cuando empiezas un lunes bien, siguiendo el pensamiento contrario a "si estás mal no lo comentes, que les divierta su puta madre", habrá que decirlo. De esta manera, aún con el tráfico madrileño, las gilipolleces de tu jefe, el sueño que te ronda, los mil apetitos que te reclaman, la resaca ociosa del domingo... el sol brilla, los pájaros cantan y todo parece más bonito.
Y es, claro, todo cuestión de nuestra mente. Cuando nos sentimos bien, seguros, positivos no existe tormenta o incomodidad que pueda con nosotros. Se sabe que el ser humano es capaz de proezas increibles en casos de emergencia. Sentirse estupendo en un lunes no es lo mismo... pero casi.
Con esta premisa, no es mala cosa que recordemos esta actitud para otros días no tan afortunados. O sea, los buenos refranes españoles de "a mal tiempo, buena cara" y "todo es según el cristal con que se mira".
En todo caso, me conformo con que el impulso me dure, al menos, hasta mañana.

(Publicado el 28/01/2008).

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