jueves, 28 de febrero de 2013

Tim Burton y Pedro Almodovar

Hay algo que une a estas dos personas además de que sean directores y es que se copian así mismos hasta la saciedad.
Sé que más de un aficionado (y más de un experto) pondrá el grito en el cielo por tocarle sus iconos sagrados. Pero es cierto. Se copian y repiten así mismos hasta que uno ya no ve la película realmente y dice: "más de lo mismo".
Tim Burton y "La novia cadaver" que es una continuación inacabable de la "Pesadilla antes de Navidad", seguida por "Bitelchus" y "Eduardo Manostijeras"... Mucho color negro y ambiente de Halloween, rodadas por un niño que no ha dejado de serlo. Sí, mucho efecto especial y un trabajo de marionetas (no en esta, en todas, porque todas parecen de marionetas) perfecto. Pero solo eso, porque si al principio hacía gracia la novedad y unir la poesia y lo macabro, a partir de la cuarta vez como que cansa. Como que buscas algo más y no lo encuentras.
Almodovar, nuestro supuesto director más internacional, es otra multicopista acelerada. Hay muchos críticos que alucinan con "La mala educación", pero creo que es su peor película, con mucho. Siguiendo con sus obsesiones de siempre sobre los homosexuales (que en un principio tuvieron mucho valor y abrieron mentes), ahora nos ha traído una crítica muy azucarada de los abusos de la Iglesia y más obsesiones con homosexuales. Otro culebrón que se enreda a si mismo y que no llega un ser cine negro, sino una imitación del mismo. Sin que llegue a hacer una historia convincente, tampoco profundiza en la crítica y se queda en una pantomima que sí, que puede tomar guiños de otras películas y referencias a otros directores, pero que no llega a cuajar. La anterior "Hable con ella", aun tenía cierta poesia en la parte de una bellísima Leonor Watling (siempre bellísima) postrada en una cama y un Javier Cámara desvivido por ella.
Pero en esta, "La mala educación" no se concreta, no se centra. Da la impresión de hablar de crimenes, de sexo, de perversiones eclesiasticas, pero no llega a nada. Quizá intentando que la Iglesia no se le echara encima (poderosa aún en este país), trata el tema como un caso aislado excepcional: los ultimos hechos descubiertos en Irlanda nos dicen lo contrario. Y no es que él tuviera que adivinar el futuro (lo de Irlanda ha saltado a la luz hace unos días y la cinta es de 2004), si no que él conoce que es una corriente continua a lo largo de la historia y los países. Una crítica que pudo haber sido punta en un aspecto (como "Amen" lo fue en otro), se ha quedado en una pantomima de locas vengativas.
El Almodovar del principio irreverente, divertido, transgresor, se murió hace tiempo, quizá en "¡Átame!". Porque ya no es transgresor ver al Cámara de locuela insaciable y entra en los propios tópicos almodovarianos. Y sé que ha hecho mucho por el cine español desde su productora El Deseo. Sin ir más lejos "La vida secreta de las palabras" o "Mi vida sin mi" de mi querida Coixet, estan producidas por él. Y eso es de agradecer (aunque da dinero, por supuesto). Pero su propio cine creo que ha entrado en una espiral descendente. Por mucho que les guste a los norteamericanos, que eso ya es para mosquearse. Y él mismo está mosqueado por que no le tienen como el dios inmortal del cine español y, con su enfado, se fue de la Academia porque no le reverenciaban tanto como quería, sobre todo después del oscar. Y me duele, porque ha hecho grandes películas, porque dijo hace años lo que nadie se atrevía a decir, porque su lista de premios y nominaciones es inacabable. Pero ahora... Más cine, Pedroooooooooo.

(Publicado el 30/10/2005).

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