miércoles, 13 de marzo de 2013

En tres metros por tres



Siendo la hora que es y sin haber pegado un ojo, en estos tres metros por tres que son todo mi mundo, echo de menos esa cafetería de neones muy blancos de un hotel cualquiera... Mi reino por un café y una sonrisa comprensiva, cómplice y femenina tras las barra del local. Sí, sé que soy muy peliculero y que vivo y sueño escenas de films de mi memoria... como si me interpretara a mi mismo. Pero, como niños, imitamos al cine... que imita a la vida. De niños como pistoleros desalmados, héroes del espacio... de adultos como Clint Eastwood esperando bajo la lluvia a que ella baje de la furgoneta, como Bogart despidiendo a nuestro amor en el aeropuerto, porque queremos que sea feliz, a pesar de nuestro dolor interior...
De nuevo ante el vaso de whiskey japonés y bajo la canción de esa cantante pelirroja...
En la celda cuidando los pájaros que son todo tu mundo...
Nadando de piscina en piscina, para llegar a casa...
Sentado en un banco, junto a Diane Keaton, y mirando ese hermoso puente neoyorkino...
Justo como una serie, que no tuvo éxito aqui en España, pero con la que me identificaba hasta el túetano: "Sigue soñando" ("Dream On"), cuyo protagonista, criado a los pechos del TV, identificaba cada momento y cada frase, de su vida,con una película.
Ciertamente uno es más Woody Allen que Bruce Willis y se siente totalmente identificado con aquello que, más o menos, dice en una cinta el primero: "No era capaz de odiarla... era demasiado guapa".
Aunque mi frase favorita es, sin lugar a dudas, la de Mae West: "Cuando soy buena, soy buena. Cuando soy mala, soy mucho mejor".

"Que todo en la vida es cine... y los sueños, cine son". L. E. Aute.



(Publicado el 29/08/2007).

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