miércoles, 13 de marzo de 2013

Un sábado.



Fotografía: Carlos Petinari.

En este día, según disuelvo los velos de sueño de la noche, voy tomando conciencia del instante. De la fotografía que me sitúa justo en este aquí y ahora, por lo demás efímero.
Ahora veo una tormenta sobre las montañas de una parte del Camino de Santiago, un brillo cegador sobre el mediodía de la Alhambra áurea, el roce de unos labios en una mojada plaza de Burgos después de la lluvia suave, la boda ancestral de una pareja en la plaza de un pueblo perdido en los montes de Toledo, el agua tibia de una playa de Murcia llena de caballitos de mar...
Postales que me recuerdan esos momentos que se suman al platillo de lo positivo, en esta balanza de la vida vivida. Y pasan las personas, los amigos, los profesores, los compañeros, las amantes, los jefes, las parejas, los conocidos... ese ejercito de relaciones que forman tu mundo social, lleno de afectos y temores, de acercamientos y rechazos, de deseos e indiferencias. Con los lugares, rincones en la geografía terrestre, que siempre asocio a una mirada, a una sugerencia, a una palabra de esa persona con la que compartí un momento, que ahora adornas con la mirada afectuosa de lo perdido, pero amado.
Ese todo, quizá vivido, que te acompaña como el baúl pesado de souvenires, inútiles pero a los que les tienes cariño. Y siento que eso soy yo también. Que además de este tiempo congelado del aquí y ahora, me forma y me esencia esa cascada de seres y lugares donde viví unos minutos.
Al igual que soy yo esa proyección hacia el futuro, esa promesa, esa esperanza en un mañana, en unos sitios nuevos (o ya familiares) con una nueva camarera que nos sonríe al ponernos el café o con el amigo loco por la arquitectura gótica tras la tormenta de un verano suave.

(Publicado el 19/05/2007).

1 comentario:

  1. Lo exquisito de la vida es que aunque los momentos dificiles, melancólicos, solitarios o en soledad, siempre tenemos la certeza de que no durará por siempre, y que tenemos la esperanza de que al seguir caminando, aparezca a nuestro paso, un nuevo horizonte, o quizá al ver con más cuidado, descubramos que teniamos frente a nosotros, un hermoso mar azul, el cual había pasado desapercibido por nuestra mirada... ♥

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