viernes, 22 de marzo de 2013

Sexus



Para el que diga que "no hay nada nuevo bajo el sol", el diario El País hace un concurso en el que regala 3 consoladores femeninos:

Características técnicas del consolador: portabilidad, usabilidad, sumergible, potente motor, electrónica duradera, tres programas adicionales de vibración. Pilas no incluidas, pero sí el lubricante.
PD: El regalo llegará a tu dirección postal en un envoltorio discreto.
Y si esto no es un cambio que venga Dios y lo vea, que por mucho que intente vendernos la moto la iglesia correspondiente, Él (el que sea, según la zona), no puede estar en contra del sexo porque para eso nos puso lo que nos puso y la capacidad (maravillosa) de gozar con ello. No voy a repetir como los gobiernos y las iglesias nos controlan a través de intentar controlarnos el sexo (aunque creo que lo he vuelto a hacer).

Fisiologicamente, por lo visto, si no hubiese "premio final", no haríamos una actividad que nos acelera el corazón, nos dispara la tensión, nos dilata las pupilas, nos cansa, pone en jaque a nuestros músculos, etc... pero Él o la Naturaleza (llámalo X) es muy sabio y nos dio estupendos orgasmos para que no nos extinguiéramos al primer polvo.

Y claro como es sábado, pues es buen día para hablar de revolcones y roces sin fin.

Ya nos decía el Arcipreste de Hita (de imprescindible lectura) que es una de las cosas por las que se mueve el mundo: "yacer con fembra placentera", siendo cura medieval y español (inconcebible hoy en día que un sacerdote no solo lo diga, si no que lo escriba... porque pensarlo -digan lo que digan- lo piensan casi todos).

Totalmente de acuerdo - creo que se viene suponiendo desde que empecé este blog -. Ese intercambio de afectos y placeres, de caricias y besos, nos da el impulso necesario para seguir vivos... en más de una forma y manera. En las últimas semanas, un anuncio radiofónico - creo que de una clínica especializada; es lo de menos - nos muestra al marido llegando a casa y diciendo, alegre y de buen humor, como si le importara un comino, que le han despedido. Su mujer desde la ducha le responde algo así como que se vaya preparando que "hay tema". El mensaje final es que si en el sexo te va bien, lo demás no importa. Y es verdad al 100%, porque el sexo estable y continuado con una persona -inevitablemente- supone amor entre los dos - o tres o cuatro, que no estoy yo para regatear-. O como mínimo un afecto bastante importante. Los que no se continúan en el tiempo pueden ser otra cosa, pero aguantarnos y aguantar a alguien al lado en esos "quehaceres" supone una entrega estimable... y necesaria.
Lamentablemente, en España y en otros lugares del ancho mundo, aún muchos consideran el asunto algo vergonzoso y a esconder y los más mayores creen que no es algo sobre lo que haya que hablar, pues entra dentro de lo privado. Cada uno que lo viva como quiera, pero, por favor,... que no intente imponer esa forma de pensar a los demás. Nos hace daño. A todos.

Sí, entiendo - e, incluso, lo comparto - a los que dicen que sugerir es mejor que mostrar, pero eso no tiene nada que ver con prohibir (a fuerza de censura, velos o burkas...) y lo más horrible es imponer tus creencias en un tema que sí, que es personal.

Solo una estupenda frase del blog de mi amigo Peluche para terminar: "Sea solidario: masturbe a un manco (Esteban L. 1954; jugador de balonmano y socio fundador de la o.n.g. mancos sin fronteras)".

(Publicado el 1/12/2007).

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