sábado, 23 de marzo de 2013

Un poco más de frío



Hace un poco más de frío. Hay más luces apagadas y no hay sirenas que canten las urgencias. Bajo mínimos, esta atípica mañana de un viernes, 7 de diciembre, da tiempo para pensar sobre el porque de las cosas.
Todo empieza leyendo a una amiga enfada por como le trata la vida, después de oír que entierran al jóven Guardia Civil y que en el Congreso alguien pide un poco de calma.
Por la ventana, aún en la oscuridad, los automóviles surgen del campo como flores con ojos luminosos y se empieza a abrir el día.
Lo que más he sentido ha sido la muerte de dos jóvenes en el Estrecho, quizá porque serán los más olvidados. Tan solo un número más de los que dejaron este mundo frente a las costas de Granada. Seres humanos en busca de un sueño...
Entonces me doy cuenta de que no estoy triste, ni alegre porque la vida, la historia, el Universo es ajeno a estas pérdidas, a estos días entre festivos, a nuestras esperanzas y deseos minúsculos.
Por mucho que debamos recordar, por mucho que nos afecte, por más dolor o alegría que pueda encontrarse hoy dentro del corazón de la gente, dentro de cien años solo será una pequeña gota en el paso del tiempo.
Quizá la familia recuerde aquel 7 de diciembre cuando fue el funeral de aquel asesinado, quizá las hijas de mi amiga conserven la idea de como le dolía a su madre la enfermedad de la abuela... tal vez, en alguna tribu, se hable de un joven que cruzó el mar para intentar alcanzar su sueño.
Así, justo al contrario de lo que parece, seguimos vivos en el transcurso de los siglos. No tú o yo, si no la huella del hombre sobre el planeta. Este deseo de vida y felicidad eternas. En un enorme océano de estrellas, galaxias, planetas, perdidos entre el polvo estelar, aquí estamos tú y yo levantándonos para ir a trabajar, en la cama soñando con el último episodio de Friends, repartiendo pan (gasolina, leche, agua, periódicos...) para ganar un poco de dinero para estas fiestas, escribiendo el guión para los locutores del próximo informativo radiofónico, patrullando la ciudad para que todos se sientan más seguros...
Pero triste porque en otros sitios alguien sufre por la lepra, se desespera al no saber que comerá mañana él y su familia, una mujer seguirá andando para llegar hasta un poco de agua sucia para beber, otro niño caerá bajo las balas de quien no está de acuerdo con lo que quiere otro país del suyo...
Y alegre porque todos buscamos lo mismo: sentirnos bien y ser más felices. Poder mirar a los ojos de nuestra pareja, de nuestro hijo, de nuestro padre y creer que ninguno morirá hoy. Tomar la mano de esa persona que amamos y hacerla sentir que no está tan sola como cree. Mirarnos en el espejo y sentir que, aún, estamos vivos y que un mundo infinito de posibilidades se abre para hoy... sin ir más lejos. Y para mañana, también.

Si este texto te da solo un breve aliento, a pesar del frío, si mitigó una milésima parte de tu dolor, si te sentiste, por una fracción de segundo, un poco menos solo, soy un poco más feliz. A pesar del frío.

Imágen: Fotografía de Mónica, desde la ventana de su residencia.

(Publicado el 7/12/2007).

1 comentario:

  1. Este texto me hizo un poco más feliz, pero tú, me haces mucho muy feliz cada día... ♥

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