lunes, 11 de marzo de 2013

6 Suites para violonchelo solo de Juan Sebatian Bach.



Realmente hay que tener ya un oído algo preparado para escuchar música antes de acercarse a esta sublime obra de J.S. Bach. La aparente falta de puntos de apoyo para el oyente no habituado a la música clásica se desvanece tras escuchar 3 ó 4 veces tan solo el primer movimiento. En la versión que ahora mismo escucho (la de Yo Yo Ma), estos 2 minutos y 31 segundos de esta primera parte ya nos introducen en una amalgama evocadora del baile, la vida y nuestro propio ser. Si aun seguimos escuchando atentamente, comprenderemos que las ideas esbozadas en origen se amplían y enriquecen con múltiples matices en los demás movimientos. Se trata de música pura que hay que seguir en sus movimientos de subida y bajada, de ida y vuelta, de voluta inacabable, de rizar el rizo y sorprendernos con un giro inesperado... justo como un juego.
Pero es imprescindible escuchar, como digo, porque no se trata de música para ascensores, es una obra que reclama nuestra atención y que de no seguirla se convierte en una especie de zumbido molesto y engañosamente repetitivo.
Si ya han iniciado su conocimiento de la música clásica es una maravillosa forma de dar un gran paso adelante, de escuchar como un solo instrumento puede, con gran maestría, convertirse en intrumento solista y acompañamiento ¡a la vez!.
Sinceramente creo que vale la pena el prestar atención.

(Publicado el 4/01/2007).

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