sábado, 16 de marzo de 2013

Vivaldi.

 

El Tañedor de Laud. Caravaggio.

Concierto en Re mayor para 2 violines, laúd y continuo, RV 93: II Largo de Vivaldi.

Una movimiento de los que hacen afición por la música clásica. Tema muy conocido, en la versión de Il Giardino Armonico, se transforma en un alarde de virtuosismo y delicadeza. Lejos de las archiconocidas Cuatro Estaciones, este concierto y este movimiento en concreto nos habla de lo íntimo, de lo sentido, de lo interior. Sin olvidar, claro, ese sabor del más clásico barroco italiano, es una obra, a mi entender, totalmente actual y lo suficientemente intemporal para que haya sido base para películas, anuncios y documentales. Así, nada más oírlo, aunque sea la primera vez, tendremos la impresión de volver a una melodía familiar y cercana. Imprescindible para acercarse al maestro italiano en sus formas más evocadoras.

Con las obras para laúd y mandolina, más el resto para violín, (he asistido a un concierto donde se utilizaban bandurrias) suponemos la gran habilidad de los músicos (y músicas) para los que el cura pelirrojo y veneciano componía.
Dice la leyenda que Antonio Vivaldi no daba misas alegando una enfermedad para ir, secretamente, a componer y dirigir música (sobre todo con su orquesta de huerfanitas). Con obras así creo que está justificado... hasta en el Cielo.

(Publicado el 30/10/2007).

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